El jineteo de ’65 y más’
Plana Mayor
Con mil argucias legaloides y con la bandera mesiánica de ‘primero los pobres, se convirtió el programa para Adultos Mayores de ‘65 y más’ en un lucrativo jineteo-negocio próspero- para el talibán de Palacio Nacional.
Con su clásica mitomanía y su rechazo sistemático a los señalamientos de la corrupción que aflora en su gobierno de la cuatroté (Segalmex, Pemex y los recursos de los fideicomisos desaparecidos, etc.), Obrador logró excelentes dividendos con el programa Bienestar para multiplicar los recursos de su caja chica.
¿A dónde cree usted que están parando? El mediano colectivo no es ingenuo. Los florecientes negocios encubiertos que realizan el primer círculo del gabinete -los alabados por su lealtad, no por capacidad- y los hijos del mitómano tabasqueño, están a la vista.
¿Cuántas cajas chicas tiene y para qué sirven? Contrario al discurso oficial de que no iba a permitir la desviación de recursos públicos, opacidad y falta de transparencia en el gobierno morenista, el catequista de Palacio Nacional, en realidad, ha mentido como un vulgar mercachifle de la política.
Las grandes obras estelares-el Tren Maya, el Aeropuerto ‘Felipe Ángeles’ y la refinería Dos Bocas-y las dependencias que creó para extinguir otras, han dejado millonarias ganancias a las empresas afines y de nueva creación a la secretaria de Energía y al círculo íntimo presidencial.
Según expertos en Seguridad Nacional, la honestidad y transparencia que debería coronar las principales obras magnas de López Obrador, no existe, y ante los escándalos de corrupción que afloran como una caja de Pandora, astutamente decidió cerrar los expedientes por cinco años por ‘asunto de Seguridad Nacional’.
La corrupción evidente, a flor de piel, del gobierno de la cuatroté, el torquemada de Palacio Nacional le llama ‘asuntos de Seguridad Nacional’. ¡Qué zorruno!
Ahora se explica por qué ha cubierto con un manto de impunidad la desviación de fondos y peculado del organismo descentralizado de la SAYCP, llamado pomposamente Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP), que paradójicamente ha sido saqueado por los funcionarios que nombró el filósofo tabasqueño.
El INDEP, los fideicomisos extinguidos y el programa Bienestar de Adultos Mayores de 65 y más, entre otros más, han servido para fines aviesos y clientelares a costa de los beneficiarios porque en la práctica las ganancias marginales y jineteos han ido a parar a cajas chicas del gobierno y, en otros, al bolsillo personal de los funcionarios.
López Obrador se dio cuenta de las grandes utilidades que dejaba el manejo de los recursos públicos a la banca privada del programa Bienestar para Adultos Mayores, sin ningún beneficio para el gobierno.
Hábilmente, el talibán de Palacio Nacional, le quitó el manejo de cuenta de los dineros públicos a la banca privada para que a partir de 2022 los manejará progresivamente la banca oficial de Bienestar hasta hacerlo en su totalidad en 2023.
En teoría, se supone, que es un gran beneficio para que los Adultos Mayores cobren directamente en ventanilla o en cajeros automáticos la pensión bimestral, pero con un sistema bancario oficial obsoleto, burocrático, rústico, silvestre y regresivo. Las personas mayores que no gozan de una salud óptima tienen que formar una columna que tarda de 2 a 3 horas para cubrir la pensión.
No cuenta con inmuebles amplios y modernos y con tecnología de punta que aloje cómodamente a los usuarios, como ocurre con la banca privada comercial. En el imaginario colectivo existe la suspicacia ¿a dónde se canalizan las utilidades del jineteo del Programa Bienestar, que tarda casi el mes, en cada bimestre, en pagarlo a los pensionados?
O su destino, son las cajas chicas del gobierno de la cuatroté para cubrir los gastos adicionales bajo entramados de la campaña presidencial de la morenista de doña Claudia Sheinbaum. La honestidad, transparencia y rendición de cuentas de Obrador son, en suma, una vulgar patraña de un gobierno, en su mayoría, de mercachifles.
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