Las cajas chicas del talibán de Palacio

El discurso oficial para reivindicar a los marginados, oprimidos, desposeídos y las clases más necesitadas tiene matices demagógicos y populistas, que acaban siendo clientelares, como lo hicieron los gobiernos del PRI, PAN y PRD.

Pero Morena, dice a los cuatro vientos eufemísticamente su creador, “no roba, no miente y no traiciona”. ¡Vaya qué descaro! Verbigracia con Cuitláhuac García y su círculo íntimo de saqueadores del erario público.

Qué le pregunten a Marcelo Ebrard cómo el mesías de Palacio Nacional bautizó en México la “dedocracia” por la democracia, empezando con Claudia Sheinbaum, y los nueve estados donde se renovarán las gubernaturas, el “dedazo” por delante.     

Con mil argucias legaloides y con la bandera mesiánica de ‘primero los pobres, se convirtió el programa para Adultos Mayores de ‘65 y más’ en un lucrativo jineteo-negocio próspero- para el talibán de Palacio Nacional.

Con su clásica mitomanía y su rechazo sistemático a los señalamientos de la corrupción que aflora en su gobierno de la cuatroté (Segalmex, Pemex y los recursos de los fideicomisos desaparecidos, etc.), Obrador logró excelentes dividendos con el programa Bienestar para multiplicar los recursos de su caja (s) chica (s).

¿A dónde cree usted que están parando? El mediano colectivo no es ingenuo. Los florecientes negocios encubiertos que realizan el primer círculo del gabinete -los alabados por su lealtad, no por capacidad- y los hijos del mitómano tabasqueño, están a la vista.      

¿Cuántas cajas chicas tiene y para qué sirven? Contrario al discurso oficial de que no iba a permitir la desviación de recursos públicos, opacidad y falta de transparencia en el gobierno morenista, el catequista de Palacio Nacional, en realidad, ha mentido como un vulgar mercachifle de la política.

Las grandes obras estelares-el Tren Maya, el Aeropuerto ‘Felipe Ángeles’ y la refinería Dos Bocas-y las dependencias que creó para extinguir otras, han dejado millonarias ganancias a las empresas afines y de nueva creación a la secretaria de Energía y al círculo íntimo presidencial.   

Según expertos en Seguridad Nacional, la honestidad y transparencia que debería coronar las principales obras magnas de López Obrador no existe, y ante los escándalos de corrupción que afloran como una caja de Pandora, astutamente decidió cerrar los expedientes por cinco años por ‘asunto de Seguridad Nacional’.

La corrupción evidente, a flor de piel, del gobierno de la cuatroté, el torquemada de Palacio Nacional le llama ‘asuntos de Seguridad Nacional’.  ¡Qué zorruno!

Ahora se explica por qué ha cubierto con un manto de impunidad la desviación de fondos y peculado del organismo descentralizado de la SAYCP, llamado pomposamente  Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP), que paradójicamente ha sido saqueado por los propios funcionarios que nombró el filósofo tabasqueño.

Pero está historia, 12 Horas de Veracruz la contará más adelante con los grandes negocios ilícitos que realiza el gobernador morenista Cuitláhuac García, a través de su primo hermano y subsecretario de Administración y Finanzas de la Sefiplan,  Eleazar Guerrero Pérez. El gobierno del “nepotismo” en su esplendor.

La corrupción oficial nunca se fue. Eso de que se fue no es más que una patraña del talibán de Palacio Nacional.  Se quedó en las extrañas de los gobiernos morenistas, con sus excepciones.

Los votantes no son ingenuos ni padecen del síndrome de Alzheimer.    

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