Corte de caja: Cuitláhuac, el mediocre

PLANA MAYOR

La filosofía del catequista tabasqueño con su alumno Cuitláhuac García en Veracruz ha sido y es un fracaso. Los resultados del gobierno del cuatroté ha sido magros, pírricos y pobres.

Con la sucesión adelantada -federal y estatal- por obra del torquemada de Palacio Nacional, da la impresión de que el vástago del experredista Atanacio García le urge entregar el poder a la zacatecana Rocío Nahle, dando por anticipado burdamente que ganará las elecciones de junio de 2024.

La suma de los yerros en los cinco años de (des) gobierno de Cuitláhuac serán irremediablemente la tumba de la cuatroté en el 2024.

En una encuesta en las calles de las principales ciudades del Estado con ciudadanos de todos los niveles económicos arrojan un encono, irritación y cólera de los votantes en contra de la gestión de Cuitláhuac y del talibán tabasqueño AMLO.

Sí Veracruz navegaba en la peor crisis económica, política y social que heredó el panista Miguel Ángel Yunes Linares, ahora estamos en un tobogán descarnado donde es patente la aviesa complicidad y sociedad que mantiene el gobierno federal y estatal con el crimen organizado.

Veracruz cayó en la regresión con la cuatroté y su cantinflesco gobernador en los principales rubros del aparato productivo. El PIB no se ha podido recuperar desde los tiempos de Fernando Gutiérrez Barrios (1986 / 88/ PRI) y Patricio Chirinos Calero (1992 /98 / PRI). ¡Qué tiempos aquellos!

La narrativa del poder público de que vamos bien y mejor que en la era del PAN y el PRI es una vil mentira, una calumnia, una blasfemia. El gobernador no solo solapa al crimen organizado con “abrazos, no balazos”, si no que mantiene relaciones personales con los líderes locales del CJNG y se exhibe en los principales comederos del puerto de Veracruz.  

Esto, por supuesto, ameritaría una investigación profunda si la fiscalía general de la República fuera autónoma, pero como es fama pública es un ente manejado por el émulo de Robespierre de Palacio Nacional, no va a ocurrir absolutamente nada.

La denuncia pública quedará en ristre. A la fiscalía general del Estado no se le puede pedir olmos, porque tampoco es autónoma, pero además goza de mala fama pública porque su titular Verónica Hernández Gladáns, es prima hermana de una jefa de plaza del grupo criminal de Los Zetas en el sur de Veracruz.

¿Usted confiaría en las resoluciones de la fiscalía general? Claro, por supuesto, que no. Sus acciones y decisiones, las echaría abajo un juez federal, como ha venido ocurriendo.        

Haciendo el corte de caja, el gobierno de Cuitláhuac García le queda a deber en demasía a los veracruzanos que sufragaron por él por la ola obradorista. En el 2018, la cuatroté arrasó en Veracruz, pero en el 2024, las condiciones electorales pintan un tobogán deplorable para la candidata zacatecana Rocío Nahle.  

Será una elección electoral deseada, de Estado, con todas las garras del crimen organizado, defendiendo los colores del partido en el poder, a costa del terror, horror, desosiego y asesinatos. ¡Qué los dioses y el karma nos protejan!

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