El país de los entuertos

Foto: Tomada de Internet

Mutatis mutandis

Alicia y  su país de las maravillas; Franz Kafka, reconocido cronista de las tierras del absurdo; Charles Darwin,  explorador y descubridor de  especies, formas de vida y sus mundos; Isaac Newton y  el reino de la fuerza gravitacional; Albert Einstein y su estado de relatividad; estos y muchos otros ejemplos, muestran el tipo de contexto en el que se desarrollan individuos y sociedad.

¿Y los mexicanos, con qué nos identificamos y caracterizamos?

Exploremos una respuesta breve, sencilla y provocadora.

Sin duda, se reconoce positivamente, que los mexicanos sobrevivimos por un singular esfuerzo y perseverancia; pero también, en detrimento nuestro, nos caracterizamos por no superar actitudes y expectativas contradictorias, enajenadoras y hasta perjudiciales, que nos mantienen en un universo para “lelos”, de recurrente surrealismo y contradicciones inagotables, de problemáticas y complicaciones crecientes.

De muchas formas, insistimos en escapar y desatender (o mal atender) retos y desafíos presentes y del futuro inmediato.

Abundan improvisaciones, ocurrencias, faltan perseverancia, efectividad y previsión. 

Ante realidades ignoradas, minimizadas, tergiversadas, trastocadas, encubiertas, simuladas o creadas y recreadas según la conveniencia de la perversidad en el poder, caemos en, “como te digo una cosa, te digo lo contrario…” ; y desde luego, “en el que no tranza, no avanza.”    

Mitos apuntalados por leyendas; fantasías afirmadas con mentiras y exageradas buenas intenciones;  costumbres y normas de comportamiento basadas en desinterés, inactividad y poca o nula participación y evaluación responsables. Las mil y una buenas intenciones nunca, o muy pocas veces logradas.

Realidad verdadera,  en muchas formas conocida y padecida por generaciones.

Hoy y siempre. Necesario continuar el esfuerzo, para enfrentarla y superarla, para alcanzar y asegurar logros y avances.

Justo identificar y reconocer, consolidar y mejorar los pocos logros y avances alcanzados. Imprescindible pensar y realizar, pasar del dicho al hecho; participar y evaluar, objetivos y resultados.  

Difícil hacerlo,  ante esa realidad agravada por más hambre y pobreza, por más incertidumbre e inseguridad.

Imposible ignorar, menospreciar o desatender, lo que se padece. Nubes de delitos obscurecen el horizonte, Homicidios crecientes, corrupción que se vuelve expresión cultural, y además impunidad casi sistematizada.

País de  entuertos,  agandalles, injusticias y arbitrariedades. Tierra del repetido engaño y su daño, sin importar su tamaño; país del uso y abuso del poder público y privado  

Se descubre y señala lo evidente; y se anuncia, que se quiere “resolver entuertos”, empezando por el ocasionado o propiciado, por ausencia o incapacidad de gobernar, que permitió impedir concluir la construcción, de una importante vía de comunicación, que se quedó y sigue sin terminarse, habiéndose  alcanzado poco más del 98% de su construcción.  

Se recurre incluso, a invocar al inmortal Miguel de Cervantes Saavedra, cuyas palabras se usan y repiten, para magnificar la importancia de la intención y sus consecuencias.

Sin embargo, el resaltado hecho, llama la atención y sirve para recordar el imperativo ineludible de enfrentar graves problemas, viejos y nuevos, vinculados con el combate y extinción, de ineptitud y corrupción, de ineficiencia y delincuencia gubernamental. 

¿Cuánto tiempo lleva paralizada la obra? ¿Quiénes están a cargo de ella? ¿Por qué tiene que acudir el jefe, a realizar el trabajo de sus subordinados?

No hay duda de los innumerables beneficios y ventajas que acarrea el funcionamiento completo  de la autopista Veracruz-Poza Rica, para millones de veracruzanos y para el país mismo.

¿Y los ámbitos de gobierno estatal y municipal, qué han hecho para que se resuelva, continúe y concluya la construcción?

Sin duda, hay que respaldar y demandar la conclusión de la obra, apoyándose en todo caso, en la justicia y el Estado de Derecho; exigiendo siempre responsabilidad y oportuna intervención de las empresas contratadas, las dependencias gubernamentales responsables y la población involucrada.

Requerir invariablemente buenos resultados, así como las medias de seguridad que garanticen el mejor servicio; y , en particular, exigir  oportuna y completa transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas,  de los ámbitos de gobierno (federal, estatal y municipal) involucrados, tanto en la realización de la construcción, como de su eficiente operación y funcionamiento público.

No es posible haber realizado un gran esfuerzo, sin alcanzar todavía la conclusión programada. Injusto que millones de habitantes sigan en espera de los beneficios, que esta importante vía de comunicación ofrece; y que tampoco se puedan explotar y aprovechar sus potencialidades.

EL PAIS DE LOS ENTUERTOS.

Este suceso, de la falta de terminación completa de una construcción. Este hecho, aparentemente rutinario e intrascendente, puede utilizarse como punto de partida para abordar y comentar lo importante que es, exigir la correcta y consistente estructura de todo proyecto de obra pública. Y, desde luego, darle seguimiento y control, hasta su puntual y correcta conclusión y entrega.

Desde su planeación e integración, hasta su difusión y   aceptación; desde su programada construcción, hasta su apropiada entrega para su operación.

¿Qué sucede cuando se suspende? O lo que es peor, cuando queda mal hecha y ocasiona más problemas. ¿Por qué causa o razón no se actúa a tiempo? ¿Quiénes son los responsables? ¿Y las contralorías, la función pública y los órganos simuladores de la fiscalización?

Ante necesidades sociales crecientes y problemas más complicados, los responsables de atenderlos, no cumplen ni hacen bien su trabajo y caen en  simulación o  distracción; hacen como que hacen, ocasionando malos y peores resultados.

Incluso, es tal su actitud de no ocuparse ni preocuparse, de no moverse de su zona de confort, que no les importa exponer a su jefe que tiene que hacer el trabajo de ellos, al atender y resolver, lo

que le denuncian, solicitan o reclaman.

¿Dónde están los responsables, que cobran por hacer que hacen como que hacen?

Obras mal hechas o inconclusas; acciones y reacciones pendientes, lentas o inexistentes: limitaciones y sacrificios sociales crecientes.

Las preguntas surgen y deben responderse, sobre todo cuando se ocasionan, daños y pérdidas que, como es costumbre, en gran parte tiene que padecer y pagar, la población; además de prolongar  limitaciones y sacrificios.

No es obligatorio soportar y sostener ineptos y corruptos..

-Académico. IIESESUV  Twitter @RafaelAriasH, Facebook: VeracruzHoydeRafaelAriasH 

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