Virginia Duran Campollo

Haiga sido como haiga sido “se las dejaron ir doblada” diría Paco Ignacio Taibo II. A Baiden le “quedó como anillo al dedo” lo del Mayo Zambada y un Chapito. Para el gobierno de MORENA exhibió el fracaso más rotundo de su sexenio: su política de seguridad. La polémica está en los medios. Tanto nacionales como internacionales no acaban de lucidar cuál fue el motivo real. Un México ensangrentado con cientos de miles de asesinados y otros tantos de desaparecidos, secuestrados, 11 feminicidios diarios, amenazados con cobros de piso. El dilema de los chiapanecos que tienen que emigrar a Guatemala por la violencia e inseguridad. La población que súplica a los señores del narco que les ayuden a encontrar a sus secuestrados. Un caos que no ven las autoridades correspondientes que siguen en campaña festejando a costa del erario. Sangre, sudor y lágrimas de millones de mexicanos. Ellos no acaban de celebrar su triunfo aunque se hayan ensuciado las manos con sangre. El que hayan ganado no los exime. Algún día habrá justicia y tendrán que pagar.

El que hayan ganado no les exime. No se perdona su descarada Elección de Estado. De haber iniciado una campaña- sin piso parejo acusaron los mismos morenistas- durante seis años. Usando sin misericordia cientos de miles de millones del erario. La compra venta más escandalosa en la política nacional. La vendimia en donde sin recato alguno cedieron por unos denarios. No traten de ofender la inteligencia de otros miles que lucharon esperanzados por un cambio con otra mujer- Xóchilt Gálvez- a la que le jugaron mal de formas no muy escrupulosas. Se registra en la historia moderna del país. Un derroche doloroso cuando los pobres son más de 50 millones mexicanos atormentados por dolor, hambre, miseria, muerte, ausencia. ***No se puede disculpar tanta soberbia, estupidez del tlatoani. Tanto engaño. Perdido en su ser por desear ser más. No ve, escucha, siente. El poder absoluto lo absorbe y no tiene un poco de talento político pues desprecia a quienes no están de acuerdo. En vez de conciliar se dedicó a polarizar. Va contra la libertad de expresión (la verdad os hará libres) ponderando la corrupción e ignorancia- 90 por ciento de lealtad y 10 de capacidad- como la mayoría de sus gobernadores, secretarios de estados y gerentes de importantes instituciones que tienen saldo negativo. ***

Espere tres meses a Esperanza Cruz de Vasconcelos, ya que vivía en Nueva York y solo venía a México cuando allá era invierno, a pasar una temporada en su casa de Cuernavaca. En ese tiempo leí lo fundamental de la obra del gran José Vasconcelos, pero frente a ella y su gran sensibilidad, era una pianista prestigiada, pudimos rescatar al hombre. Algunos conceptos: “En los últimos días de su existencia lo que le inquietaba era la juventud de México, su destino. Decía que el porvenir de esta era muy triste y terrible. Que los muchachos deberían dedicarse más al estudio y al trabajo. Que el hombre debería acercarse a la tierra y trabajarla, pues esto es muy importante para una nación. Lo que más le dolía era el destino de México, creo que presentía…” ***

“¿Están listos para la lucha más importante de nuestra vida? Esta es la elección más importante de nuestras vidas. En estos comicios no solo se define un cambio, se define también la sobrevivencia del régimen democrático. Por eso estamos aquí por el presente, por el futuro, por nuestros hijos por nuestras familias. Yo quiero un país que recupere la seguridad y la justicia para todos. Vamos a construir el futuro con unidad, con amor, con armonía. Y desde aquí le decimos al presidente López Obrador ¡No hay presidente que sea más grande ni más fuerte que el pueblo de México! Luchemos con valor. Salgamos a enfrentar al peor gobierno en la historia de México” retumbó la firmeza de Xóchilt Gálvez y mas de 20 mil mexicanos- no acarreados- fueron receptores de la fuerza y vigor de sus palabras. ¡Xóchilt presidenta! exclamó un público entregado, emocionado, cálido. “Vida, verdad, libertad”. *** Xóchilt tiene registro en la historia moderna del país. Ya gano sin ganar aún. Su figura se registra en cientos de miles de pancartas, camisetas confeccionadas por los propios ciudadanos. Quienes tratan de demeritarla se equivocan. Apareció de repente en su lucha y se convirtió muy pronto en la ilusión de millones. Una ciudadanía antes distante, apática ante su triste realidad de una elección de Estado se aletargaba.