Y la realidad se impone
La Grilla en Tabasco.
Aun si alguien hubiese dicho que sería fácil, no lo es. Cualquier persona, solo por sentido común, puede percatarse de que la problemática del país y en lo específico de Tabasco no se resolverá de la noche a la mañana.
La realidad continúa siendo agobiante:
Como entidad federativa nos ubicamos en el peor decrecimiento económico. Al más corto plazo no se ve cómo pudiere haber recuperación, aunque una embotelladora de refrescos se instalará en Cunduacán, por ejemplo, y los ayuntamientos iniciaron obra pública pese a la estrechez de recursos.
Para grandes problemas se requieren, a no dudarlo, grandes soluciones. Y el hecho es que dada la gravedad de la recesión que padecemos, no se puede esperar que durante lo que resta de 2019 e inicios de 2020 las inversiones en la refinería y en la explotación de pozos petroleros tengan alto económico que nos saque ya del estatus de decrecimiento. Más adelante, probablemente sí.
No hay que perder de vista el dato de que a nivel país las fuentes oficiales estiman un crecimiento promedio este año de alrededor de 1.5 por ciento, que es congruente con el decrecimiento también hasta de las economías desarrolladas, comenzando por Estados Unidos, máxime que Donald Trump se empeña en profundizar su guerra comercial principalmente con China, la economía más pujante del mundo.
Y en Tabasco todo ese contexto se refleja no nada más en términos de escasez de circulante, falta de oportunidades de empleo para muchísimos miles de jóvenes recién egresados de instituciones de educación superior, así como para mano de obra calificada o no, de edad mediana o superior a los 40 años.
Las cerca de 30 mil solicitudes que ha recibido la bolsa de empleo para los trabajos iniciales de la refinería de Dos Bocas son altamente significativas y refieren otro hecho: los tabasqueños que buscan trabajo se enfrentan a un mercado laboral muy diversificado, en virtud de que han llegado a inscribirse personas provenientes de gran parte del territorio nacional.
A esa competencia por puestos de trabajo podrían agregarse individuos provenientes del exterior.
Adicionalmente prosigue la crisis en el sector salud.
El Presidente de la República advierte que no cederá ante las presiones de las grandes comercializadoras que dominan el mercado de medicamentos; pero por mientras ello se traduce en desabasto para instituciones como ISSSTE, IMSS e ISSET, lo que se convirtió en un drama para la derechohabiencia, al igual que para los usuarios del sistema descentralizado.
Directivos de esas instituciones y de hospitales están en la incertidumbre y ante fuerte presión de parte de quienes requieren los servicios médicos y tienen todo el derecho a exigirla, aunque en ese punto no hay que perder de vista que ya surgieron algunos supuestos redentores sociales a recoger la bandera para ver qué beneficio personal pueden negociar.
A la par se tiene el reto delictivo. Resulta innegable que desde hace décadas es un tanto difícil encontrar policías honestos. Los hay. Los debe haber. Pero predominan los que saben en dónde se ubican narcotienditas, quiénes son asaltantes y en dónde viven. Cobran por su complicidad.
Con Angel Mario Balcázar como secretario de Seguridad Pública y Jaime Lastra Bastar en la Fiscalía General del Estado, se cuenta con profesionales del derecho decididos a hacer un buen trabajo. Empero, ambos se enfrentan al personaje mitológico conocido como hidra de mil cabezas.
Y además, para que se avance en ese rubro urge que todos los elementos tanto de seguridad pública estatal y municipales, como viales y ministeriales, adquieran el carácter de policía acreditable y puedan actuar adecuadamente como primeros respondientes ante la comisión de delitos, para que no continúe repitiéndose ese fenómeno-estigma conocido como “puerta giratoria”.
En esa puerta giratoria, como a los acusados no se les sustentan bien los cargos, el sistema de impartición de justicia se ve obligados luego a dejarlos en libertad. No falta el delincuente que posteriormente se atreve a darse baños de pueblo y presentarse como víctima de una venganza política o algo parecido. Los hay de todos los estratos sociales. Cínicos.
Twitter: @JOchoaVidal