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El lunes, durante una protesta contra la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), en el Zócalo de la Ciudad de México, grupos de la sociedad sufrieron censura y represión por parte de autoridades gubernamentales, denunció la maestra Damaris Espinosa, coordinadora de incidencia en la plataforma Accionar.io.
En entrevista con Aristegui en Vivo, Espinosa detalló que organizaciones de la sociedad civil, especializadas en transparencia y derechos humanos, intentaron proyectar en la fachada de Palacio Nacional mensajes dirigidos al Congreso y a la Presidencia para expresar su preocupación sobre la eliminación de órganos autónomos.
“Nos reunimos ahí de manera pacífica para protestar en contra de esta reforma, pero también siendo muy propositivos a favor de mantener la Plataforma Nacional de Transparencia”, afirmó.
La protesta, según la coordinadora, se vio interrumpida cuando más de “veinte personas del gobierno” llegaron al lugar y les impidieron continuar.
Describió la situación como un acto de “represión, claramente censura”, mencionando que al momento en que explicaron el propósito de la manifestación, el personal gubernamental los bloqueó y comenzó a hostigarlos.

Integrantes del Comité Eureka se pronunciaron por replantear la terna de aspirantes a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), criticaron la gestión hecha por Rosario Piedra Ibarra y pidieron incorporar a Tania Ramírez en la terna.
En un pronunciamiento difundido por el diario El Universal y que está dirigido al pueblo de México y al Senado de la República, los miembros del comité fundado por la ya fallecida Rosario Ibarra de Piedra -histórica líder de la izquierda mexicana y madre de la titular de la CNDH- consideraron “inaceptable que por intereses ajenos al proceso, sea impuesta en la terna la persona que demostró a lo largo de cinco años su incapacidad para dirigir la CNDH con independencia del Estado-perpetrador de graves violaciones a los derechos humanos”.
“Hemos observado la insuficiencia y deficiencia en el trabajo de Rosario Piedra Ibarra al frente de la CNDH. Un hecho que respalda esta percepción es su silencio ante la negativa de SEDENA a entregar información clave para el esclarecimiento del paradero de nuestros familiares desaparecidos durante la etapa de terrorismo de Estado. En general su actuación parece abonar a la impunidad de los perpetradores del terrorismo de Estado y al discurso oficial de olvido, obediencia debida y punto final”, menciona el texto.