El periodismo: la profesión más peligrosa
Una sociedad democrática es necesariamente una comunidad informada. Ese es un asunto nodal en la agenda pública, donde el papel de los medios de comunicación y los periodistas es fundamental. Pero en naciones como la nuestra donde el debate público está polarizado y el ejercicio de la profesión de periodista significa vivir en riesgo en tiempos de violencia sin control, cuando se pretende imponer un único discurso y la procuración de justicia opera bajo el tamiz de los aliados de la transformación y sus detractores, queda de manifiesto el entorno adverso que viven los comunicadores. Dígase lo que se diga, persisten resortes del pasado, ánimos derogatorios hacia quien no piensa como dicta el discurso oficial, y anatemas en contra de los periodistas que no se suman a la versión del gobernante en turno.
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