La reforma electoral y de la Guardia Nacional tampoco pasarán
Las iniciativas de reforma que pretende impulsar el presidente López Obrador en materia electoral y para que la Guardia Nacional sea parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), simplemente tampoco pasarán. No se trata de un rechazo sistemático a sus propuestas, sino que representan, al igual que la reforma eléctrica, un intento más de desmantelar al Estado para otorgarle más facultades al Presidente y a su gobierno. Estas nuevas iniciativas están inscritas en la misma lógica de la 4T: desconocer el sistema democrático y el fracaso de la política de seguridad. En este momento, como la ha dicho propio Cuauhtémoc Cárdenas, el país no requiere de una nueva reforma electoral. Y menos si el propósito es desaparecer al INE para convertir a López Obrador en el gran elector. Si el propósito es que las reglas del juego electoral funcionen, tendrían que permitir que los ciudadanos sepan de dónde viene el dinero que financia a los partidos y a los candidatos.
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