Caso Cárdenas: TET, bajo sospecha
La Grilla en Tabasco.
El Tribunal Electoral de Tabasco violó hace algunos meses la autonomía del municipio de Cárdenas al imponer a un presidente interino, extralimitándose en sus facultades. Hoy, a poco más de mes y medio de que finalice el trienio, esa autoridad jurisdiccional sospechosamente se mantiene en la indefinición y, con ello, genera ingobernabilidad.
¿Por qué los magistrados del TET no se han pronunciado para definir legalmente a quién corresponde terminar el periodo constitucional? ¿Al que fue elegido constitucionalmente hace tres años o al anciano de 93 que ni siquiera llega a Palacio, ni atiende a la población, ni realiza giras de trabajo y es mero títere de una “mafia del poder”?
¿Será acaso cierto que los integrantes del cuerpo colegiado fueron “cañoneados”, a cambio de darle largas al asunto para salir con cualquier decisión a fines de septiembre, en vísperas ya del relevo en el ayuntamiento?
La presidenta de Centla se reintegró al cargo por mandato del mismo TET, sin importar que todos los regidores se unieran para rechazarla. ¿Por qué? Porque conforme a criterios judiciales en la materia, aun cuando la señora presentó solicitud de licencia definitiva, conservó el derecho a reintegrarse a la presidencia, en virtud de que los cargos públicos son irrenunciables.
Tanto ella como sus homólogos de Cárdenas, Centro y Tenosique no tuvieron más opción, de acuerdo con lo que establece la Ley Orgánica de los Municipios del Estado de Tabasco, que tramitar licencia definitiva para participar como candidatos, toda vez que su separación del cargo era por un tiempo mayor a dos meses.
Ni en Centro, ni en Centla ni Tenosique quedaron como interinos los suplentes.
El de Tenosique se reintegró sin problema alguno, máxime que el triunfador en la contienda, Raúl Gutiérrez Cortés, no procuró, no pagó para tenderle una trampa al priista Francisco Abreu. Ello incluso es lo saludable, porque de ese modo puede éste último cerrar su administración y rendir cuentas al Poder Legislativo. Gerardo Gaudiano Rovirosa prefirió no regresar.
En Cárdenas hay “mano negra”. Y como el edil interino se encuentra imposibilitado por completo para el ejercicio del poder y la debida administración del erario, quienes le rodean han hecho, en unas cuantas semanas, su “año de Hidalgo”.
Eduardo Fuentes, al que en tono de burla el pueblo y sus manipuladores llaman Don Lalito”, vive su sueño dorado: ser presidente por bastante más de un día, en la fase final de su vida. Aun si es consciente de ello, no le importa si una bola de sinvergüenzas lo utilizan para saquear y perfilarlo como “chivo expiatorio” que por su edad, llegado el caso, por consideraciones legales jamás pondrá un pie en la cárcel.
Se trata de un escenario que quizá hubiese inspirado a Gabriel García Márquez para escribir otra novela en la cual Cárdenas sería el Macondo de Cien Años de Soledad, con historias de perversidad, de lo insólito, de descarado robo a las arcas públicas en tiempos de la honestidad valiente.
El TET cuenta con los elementos para tomar una decisión, incluso sin tomar en cuenta lo que se decidió en sesión de cabildo hace dos semanas, con la presencia de dos de sus actuarios. ¿Por qué no se ha hecho? No puede esgrimirse una carga de trabajo excesiva con motivo de los recientes procesos electorales, porque hasta eso que la cantidad de impugnaciones ha sido mínima y ya se desahogó gran parte.
Por fortuna, todo ello no ha derivado en enfrentamientos de grupos y derramamiento de sangre. ¿Vale la pena embarrar su imagen, señores magistrados?
Twitter: @JOchoaVidal