La investidura del poder
EN EL LLANO.
Todo poder emanado de una voluntad colectiva y mayoritaria (político, empresarial, patronal, sindical, etcétera), es vital para una sociedad democrática y republicana. Su investidura (léase dignidad y honorabilidad) merece ser respetada en cualquiera de los ámbitos aquí mencionados.
Siempre y cuando medien condicionantes obligadas, que inclusive han sido registradas constitucionalmente, como en el caso de México. De modo que el respeto a la investidura del poder se gana, no se decreta.
El poder político más importante en una democracia republicana es el que la mayoría de la sociedad le confía al presidente o a la presidenta de la República. Se trata nada menos que de la investidura del poder presidencial. Así, el pueblo digna y honorablemente representado y guiado, respeta ese poder, y espera (incluso lo merece), que ese poder conferido se traduzca en un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, según la frase acuñada en el Siglo XVIII durante la Revolución Francesa, pero tan manoseada en nuestros días por la retórica demagógica.
De modo que quien recibe ese poder, varón o mujer, debe ser el primer obligado a respetarlo. Es inadmisible, por no decir que imposible, exigir de nadie respeto a una investidura que el depositario o depositaria no es capaz de honrar.
En el caso particular de México, la conducta pública del actual jefe del Poder Ejecutivo, no abona respeto a su investidura presidencial. Todo lo contrario. Por eso exige con frecuencia que la respeten. Los graves problemas de un país tan complejo y tan agobiado por la desigualdad social, como el nuestro, no se deben atender con ocurrencias charlatanas, con conferencias de prensa a modo, o con desafíos personales irrespetuosos para millones de mexicanos, preocupados ante la amenazante presencia letal del (COVID-19).
Tampoco con estampitas que agravian el Estado laico constitucional y la libertad de creencia en un país donde hay cerca de seis mil 500 asociaciones religiosas, sin incluir a mexicanas y mexicanos libres-pensadores.
Respete su investidura Lic. Andrés Manuel López Obrador. Y luego exija que la respeten. Porque si no corrige, en este punto sí logrará usted pasar a la historia.