La fórmula de la militarización anticrimen en lugar de inhibir la violencia la aumenta: académica
- La Ibero organizó la mesa Caso Cerocahui: ¿Cómo enfrentar la impunidad y la violencia en México. Reflexiones desde la academia y la sociedad civil.
AN / MÉXICO.-Catalina Pérez Correa, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), destacó que la estrategia de seguridad basada en la militarización no sólo no baja los niveles de violencia sino que los aumenta.
La académica participó en la mesa Caso Cerocahui: ¿Cómo enfrentar la impunidad y la violencia en México. Reflexiones desde la academia y la sociedad civil, organizada por la Universidad Iberoamericana.
Esto dijo Pérez Correa durante el encuentro:
Hay una estrategia de seguridad que consiste básicamente en la ocupación territorial que no se permite respuestas distintas a fenómenos distintos como si se tratara de una sola violencia.
Esta acción ha impedido las iniciativas tanto comunitarias como locales de prevención del delito.
La única (estrategia) que hay ahorita es ésta del despliegue militar en la que hay patrullajes supuestamente preventivos o disuasores, los cuales no funcionan para reducir la violencia y lo que sí hacen es desincentivar la posibilidad de que se construyan cuerpos civiles eficaces y también los vínculos e iniciativas comunitarias que se sabe que funcionan.
Detalló que en 2006, cuando se hicieron los primeros operativos conjuntos contra los grupos de la delincuencia organizada, había 45 mil efectivos militares; en 2020, ya con Andrés Manuel Lopez Obrador, la cifra ascendía a 214 mil y hoy, en 2022, el número de soldados desplegados en el país es de 300 mil.
José Ramón Cossío, ministro en retiro de la Suprema Corte, dijo que hay dos mecanismos claros de impunidad que se ciernen sobre el país: la reforma judicial de 2008 está completamente detenida, no se ha profundizado en ella e incluso hay decisiones de la actual administración que la han desarticulado; y se une a la cerrazón para cambiar o al menos revisar la estrategia de seguridad del gobierno federal.
Creo que está relativamente bien diagnosticado dónde están los problemas de la impunidad. Tampoco es que sea algo desconocido, sea algo que nos cayó de repente en la historia nacional o que no sepamos. Y creo que todo esto lo cierra el discurso del propio presidente López Obrador cuando dice que no va cambiar en un ápice, utilizando la expresión tradicional, en nada de lo que está aconteciendo con su estrategia de defensa.
Ana Lorena Delgadillo, integrante de Fundación para la Justicia, agregó que una de las cosas más preocupantes es que la maquinaria de impunidad está tocando a las personas más vulneradas: las y los migrantes, por ejemplo, son quienes están siendo secuestrados y son presa del crimen organizado; y son también quienes menos pueden exigir justicia en el país. Y lo mismo pasó con las asesinadas en Ciudad Juárez o quienes habitan en la Tarahumara.
Esto es una muestra clara de que quienes no tiene un poder económico sólido para llegar a la justicia simplemente no tienen justicia y eso lo saben quienes comenten los delitos. Creo que debemos poner en el centro de la impunidad a las fiscalías. Cuando hay impunidad se manda el mensaje de que la violencia está permitida.
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