Intercambio diplomático de títulos honoríficos, no es apoyo a campaña abortista: Vaticano
Liliane Ploumen / Crédito: Wikimedia Commons
- “El honorífico de la Gran Orden Pontificia de San Gregorio fue otorgado a Liliane Ploumen, entonces Ministra de Desarrollo, en junio de 2017, durante la visita de los reyes de Holanda al Santo Padre
ACI / EL VATICANO.- Entregar la medalla de la Orden de San Gregorio Magno del Vaticano a la activista proaborto holandesa, Liliane Ploumen, fue parte de un intercambio diplomático ordinario de títulos honoríficos y no significa que la Santa Sede apoye sus campañas abortistas, explicó una portavoz del Vaticano.
Respondiendo a las solicitudes de aclaración, Paloma García-Ovejero, subdirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, dijo el 15 de enero que “el honorífico de la Gran Orden Pontificia de San Gregorio que Liliane Ploumen, entonces Ministra de Desarrollo recibió en junio de 2017, durante la visita de los reyes de Holanda al Santo Padre, es parte de la praxis diplomática del intercambio de condecoraciones entre las delegaciones durante las visitas oficiales entre los jefes de estado y gobierno al Vaticano”.
García-Ovejero dijo que la condecoración “no puede ser considerada de ninguna manera un respaldo a la política a favor del aborto y control de la natalidad propugnada por la Sra. Ploumen”.
Liliane Ploumen, política holandesa, se desempeñó como Ministra de Comercio Exterior y Cooperación para el Desarrollo desde el 5 de noviembre de 2012 hasta el 26 de octubre de 2017.
Ese año Ploumen lanzó una campaña internacional para apoyar el aborto, diseñada para contrarrestar la decisión de la administración del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cortar los fondos para las ONG que apoyan el aborto. La organización de Ploumen, llamada “She Decides”, recaudó casi 400 millones de dólares.
En el cargo del gobierno en el que trabajaba, Ploumen fue parte de una delegación de la monarquía holandesa que visitó al Papa Francisco el 22 de junio.
La ocasión incluyó un intercambio de títulos honoríficos, un elemento de la praxis diplomática que generalmente no ocupa titulares.
En esa ocasión, el Vaticano devolvió a la familia real holandesa un bastón perteneciente a Guillermo I, príncipe de Orange, que previamente se había perdido en los archivos jesuitas catalanes.
Protocolo
Las visitas diplomáticas al Vaticano son ocasiones en los que se maneja de manera estricta el protocolo.
Durante una visita de estado oficial al Vaticano, el tipo de reunión diplomática más solemne, el protocolo dicta que se debe realizar una procesión desde la Plaza de San Pedro hasta el Patio de San Dámaso, desde donde se accede al Palacio Apostólico.
La procesión es saludada por tres toques de trompetas, luego la delegación entra al Palacio Apostólico y camina por las habitaciones.
Incluso hay un protocolo específico para caminar a través del Palacio Apostólico. La procesión hacia la Biblioteca Papal, donde tiene lugar la reunión, está dirigida por un sargento de la Guardia Suiza, seguido de seis Sediari Pontifici, sirvientes ceremoniales, en el caso de un jefe de estado, y ocho Sediari Pontifici para los monarcas.
Estos detalles explican que una familia real goza de una especie de “derecho de precedencia” en el protocolo del Vaticano, y por esa razón la visita de una familia real es un evento serio y solemne.
La visita del Rey William Alexander y la Reina Máxima no fue una visita de estado oficial, sino una mera audiencia, por lo que normalmente no tendría lugar un intercambio de homenajes.
Sin embargo, la presencia de la familia real y la devolución del bastón holandés podrían haber sugerido a la Secretaría de Estado un protocolo diseñado para resaltar la audiencia, incluida la concesión de honores, explicó una fuente del Vaticano a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–.
En algunos casos, el Vaticano puede pedir no proceder con un intercambio de galardones u honores, especialmente cuando algunos de los miembros de las otras delegaciones puedan ser controvertidos, dijo una fuente cercana al servicio diplomático del Vaticano el 15 de enero.
Sin embargo, el intercambio de condecoraciones tuvo lugar durante la visita holandesa.
La presencia de Ploumen en la delegación de su país suscitó controversias porque es defensora del aborto.
Sin embargo, las noticias de su condecoración no llegaron a los titulares hasta que Ploumen misma mostró la medalla en una reciente entrevista a la televisión holandesa BNR.
En la entrevista, la política holandesa presentó la condecoración como un premio personal, y dijo que si bien su campaña proaborto “no fue mencionada” como el motivo del premio, sin embargo, dijo: “el Vaticano sabe que yo fundé ‘She decides’, pero esto no impidió que me lo concedan. Es interesante”.
La condecoración aparentemente fue otorgada sin consulta previa significativa.
En una declaración emitida el 15 de enero, el Cardenal Wilhelm Ejik, Arzobispo de Utrecht y Primado de los Países Bajos, subrayó que “no participó” en el proceso que decidió “dar la condecoración de Comandante de la Orden Ecuestre Pontificia San Gregorio, que la ex ministra Ploumen recibió el año pasado”.
El Cardenal Ejik dijo que al principio no había tenido conocimiento de que la condecoración había sido entregada a Ploumen.
Establecida en 1831, la Orden Ecuestre de San Gregorio Magno es una de las cinco órdenes de caballería de la Santa Sede, y puede ser otorgada a hombres y mujeres católicos, pero también –en casos raros– a no católicos. Este honor es un reconocimiento del servicio personal a la Santa Sede y a la Iglesia.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.