Expediente Bartlett
En el Llano.

Primavera de 1986. Había encartes y descartes en el PRI por la sucesión en Veracruz, que se iba a dirimir en comicios estatales del 7 de septiembre. Para nutrir mi columna política «En el llano» (unomasuno), visité al secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, en su casa de Alpes, en las Lomas de Chapultepec.
Le pregunté: ¿Quiénes son los prospectos para Veracruz, Manuel? Me contestó: «El Tigre» Mario Hernández Posadas (líder de la CNC), Mario Vargas Saldaña y Manuel Ramos Gurrión. Le repliqué: «¿Y Fernando Gutiérrez Barrios?» Su respuesta: «Ni conoce Veracruz, hace años que no vive allá». Insatisfecho, recurrí a otra fuente: el secretario de Programación, Carlos Salinas, en su oficina alterna de la calle de Arturo, en San Ángel.
La misma pregunta. Su respuesta textual: «Hay tres prospectos Luis: 1) Fernando, 2) Gutiérrez, 3) Barrios. Así no te vas a equivocar». No me equivoqué. Días después las «fuerzas vivas» del PRI hicieron candidato a gobernador de Veracruz a don Fernando Gutiérrez Barrios, quien dos años después sería secretario de Gobernación de Carlos Salinas. El gobernador interino sería el hoy senador veracruzano Dante Delgado.