El asesinato político

Columna 33.

  • ¿Rafael Pacheco Molina?

                El asesinato del ingeniero Rafael Pacheco Molina, ocurrido durante las primeras seis horas del 16 de diciembre del 2019, en el municipio de Paso del Macho, forma parte de la cadena de violencia que mantiene aterrorizado a Veracruz.

                La inseguridad pública y privada domina el escenario político, económico y social del estado.

                El narcotráfico, la delincuencia organizada y células aliadas del crimen, mantienen de rodillas a más de ocho millones de habitantes.

                La ejecución del director general de Obras Públicas no es producto de la casualidad, si tomamos en cuenta que había sido tres veces alcalde y actual consejero estatal y nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

                Tres semanas después de asumir la subsecretaría de Desarrollo Social en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, sostuvo plática con el reportero en el restaurante Le Café, del hotel María Victoria, en la ciudad de Xalapa.

                Alli, expuso que durante la última gestión de alcalde, enviado del crimen organizado le pidió ochenta mil pesos mensuales y la asignación de la obra pública, a cambio de la seguridad y tranquilidad ciudadana en congregaciones, ejidos y rancherías del municipio.

                La solicitud fue rechazada en automático por la sencilla razón de que la economía del ayuntamiento no permite desembolsos de esa proporción.

                Le dio siete días de plazo para definir el requerimiento ante integrantes del cabildo.

                Entre sorbos de café americano dudó de que el “vendedor de seguridad”, realmente perteneciera a cierto grupo delincuencial que operaba en la región cañera.

        Al término de los siete días el presunto mensajero del narcotráfico le explicó las ventajas políticas, económicas y sociales, si contribuía con la organización.

                El entonces edil no metió reversa, se sostuvo firme en cuanto a la negativa del pago mensual y la obra pública sin licitar.

                El probable “correo” dio plazo de treinta días a partir de esa fecha para reflexionar sobre el aviso de que si la respuesta no era favorable a su representador, incendiarían el palacio municipal.

                Alguien aconsejó denunciar el caso a los gobiernos del estado y al federal.

                El gobernador Javier Duarte de Ochoa prometió reforzar las policías municipal y ministerial, y garantizó patrullajes contínuos de la delegación regional de la secretaría de Seguridad Pública (SSP), con sede en la ciudad de Fortín.

                Más tarde contactaría con la Defensa Nacional (SEDENA) y la Marina Armada de México (SEMAR), con residencia en la ciudad y puerto de Veracruz.

                Los treinta días fijados para el incendio, llegaron.

                Habitantes de la comunidad de Actopan, congregación de Paso del Macho, ubicada en los límites de Camarón de Tejeda y Zentla, llamaron por teléfono móvil al alcalde para informar la entrada al municipio de varias camionetas de color negro con hombres armados.

                Del lugar denominado Cuatro Caminos, hay una recta pavimentada a la cabecera de Paso del Macho, de unos tres kilómetros aproximados.

                De la zona acantilada del río Jamapa, salió helicóptero y enfiló hacia las camionetas en movimiento. Una lluvia de balas de atrás hacia adelante y luego de adelante hacia atrás, paralizó al convoy.

                En cuestión de segundos el helicóptero se fue por donde vino y en su lugar apareció otro, del cual descendieron hombres armados con pistolas en mano, encaminaron en dirección a las camionetas. Minutos más tarde se oyeron disparos espaciados, luego retornaron a la nave para partir por rumbo desconocido.

                En tiempo difícil de calcular, surgió helicóptero alargado, en forma de salchicha, del cual descendieron varios hombres portando bolsas negras de plástico en las cuales metieron los cadáveres. Y luego de subir, volaron en dirección al puerto de Veracruz.

                En cuestión de minutos emergió un tractor para sacar de la carretera las camionetas baleadas cerca de las instalaciones del Cebetis.

                Una pipa se dejó ver regando agua sobre el pavimento ensangrentado y después partió rumbo a los municipios de Camarón o quizá de Zentla.

                Al día siguiente ni uno de los medios de comunicación impresos, radiales, televisivos o de internet, consignaron el hecho.

                Sólo para tus ojos . . .

                El gobernador Cuitláhuac García Jiménez, fue nombrado presidente de la Comisión de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, dependiente del Consejo Nacional de Seguridad Pública, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

carlos.lucioacosta@rocketmail.com

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