Cuitláhuac… A RECOGER VARAS
En 2018, al tomar protesta como gobernador se comprometió a actuar “bajo los principios del movimiento de Morena: austeridad republicana y combate a la corrupción. No traicionaré al pueblo veracruzano”, sentenció.
Sin embargo, todo quedó en promesas incumplidas, y a seis meses de ceder el poder y rendir cuentas pendientes, el clamor de los veracruzanos es que sean agilizados los voluminosos expedientes de acusaciones por abusos de poder, detenciones arbitrarias, violaciones a los derechos humanos, uso político de la justicia y persecución a la prensa y opositores.
La izquierda de Cuitláhuac es insustancial y guatusera. Como “intelectual progresista” cree saberlo todo, y condena a los políticos que le antecedieron, pero su actitud en el poder deja mucho que desear.
Su administración padece un desorden severo.
Los incondicionales se llenaron los bolsillos de dinero, hicieron negocios sucios y medraron con los recursos del pueblo bueno y sabio.
Salió peor el remedio que la enfermedad.
No es, pues, el político honesto y eficiente, no es pues, el personaje que nos pintaron sus mentores.
En el ocaso de su gobierno deja un escenario convertido, de manera literal, en un “cochinero”.
Hereda problemas muy espinosos, oscuros y complicados.
Ha ejercido un poder manchado por las pasiones.
Su peor enemigo lo tuvo muy cerca, cruzando el salón de Banderas: el ex secretario de gobierno, Eric Cisneros Burgos, personaje siniestro e ingrato.
Más conocido como “Bola 8”, este energúmeno personaje empinó a Cuitláhuac y lo hizo tropezar en innumerables escenarios, sobre todo el relacionado con el crimen organizado.
Mientras fungió como el dos de esta administración, el gobernador se comportó como una marioneta frágil en las manos del adorador del Cristo Negro.
El originario de Otatitlán tejió su propia estrategia para alcanzar la gubernatura a través de 76 presidentes municipales, quienes presionados por no perder las prerrogativas, le rendían culto.
Y ya que precisamos que hay políticos de izquierda fraudulentos, considero importante transcribir unos párrafos del mensaje que expresó Emmanuel Macron a los rivales de izquierda que enfrentó y derrotó para ser reelecto como Presidente de Francia.
“Aman mucho a la escuela pública pero mandan a sus hijos a colegios privados. Adoran la periferia pero jamás viven en ella. Son esos que han renunciado al mérito y al esfuerzo y que atizan el odio a la familia, a la sociedad y a la república. Y con el mayor descaro se lucran de los bienes del Estado, y montan hasta negocios con el dinero mal habido a la vista de todos de la manera más cínica”.
Y algo más de Macron, porque vale la pena:
“Hoy debemos volver a los antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura y de las obligaciones antes que los derechos. Éstos se ganan haciendo valer y respetar los anteriores”.
Más claro ni el agua.
Cuitláhuac pasará a la historia como un gran bailarín de salsa (donde desahoga sus timoratas actitudes), pero también dejará huella como un gobernador inepto, insensible e insensato.
Así de simple, pero así de exacto.
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