¡Uy qué miedo!
“Hace 36 años se fue a rumbear al cielo mi inolvidable amigo Chico Che, descanse en Paz un consentido del pueblo”, escribió el respetado amigo Carlos Darío Arcos, músico y cantante, director de la popular banda Rams.
Quizá el nombre de este Ciclón del Sureste (Tabasco) no se identifique de inmediato por ser simplemente Francisco José Hernández Mandujano.
Un nombre desconocido en el ambiente musical rumbero de nuestro país.
Sin embargo, su ingenio musical sigue vigente haciendo bailar, vibrar y delirar al más tímido, al más culto, al más tullido, al más ladrón, con temas cotidianos ocurrentes que difunden la idiosincrasia de los barrios mexicanos.
Nos referimos a quien en vida llevó el nombre artístico derivado de los hipocorísticos usados en el español hablado en Tabasco: “Chico”, por Francisco y “Che”, por José.
La propia presidenta de la República Claudia Sheinbaum, y su amiga la gobernadora Rocío Nahle “movieron el bote” en su juventud con ese ritmo pegajoso, gracioso y hechicero que cruzó las fronteras hasta llegar a Las Vegas, donde hizo pecar y “rumbear” torpemente a casi todos los apostadores.
El verdadero Ciclón del Sureste –con su enorme carisma y overol bien puesto–, integró el grupo “La Crisis”, con un estilacho tropical único que con el tiempo formó parte del legado musical de México al mundo.