Año nuevo, viejas licuadoras
331 días, y se acabó el gobierno del aferrarse y continuar, con más de lo mismo PANRD.
En transparencia presupuestaria, el gobierno federal sostiene que en 2017, Veracruz está en penúltimo lugar, solo por arriba de Oaxaca. Con última información a septiembre, la SHyCP informa que eso es, solo a manejo de recursos federales. (Imagendelgolfo.291217)
Con Congreso local irresponsable. ¿Qué con los recursos propios y de otras fuentes?
A su vez. “El Índice de Información Presupuestal Estatal (IIPE) 2017 del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), demuestra que el gobierno veracruzano de la alternancia integrado por el PAN-PRD está reprobado con 38.46% por no proporcionar la información de la deuda pública que otros estados sí la consignan, pues de 14 indicadores de información que deben tener sus páginas web, sólo tiene cinco favorables, entre ellos, no informa sobre la deuda pública.” (Lajornadadeveracruz.281217)
Lo dicho se confirma: Veracruz en opacidad, con licuadoras, aspiradoras y todos los enseres de ineficiencia y simulación funcionando.
En general, ante la continuidad del Duartismo. El desastre crece.
CEGUERA NUESTRA, DE TODOS LOS DÍAS…
Empieza 2018, inevitable enfrentar problemas. Hacerlo, con renovado optimismo y objetividad. Vale la pena intentarlo, sin distorsión, ni engaño o simulación.
¿Se debe perder o desperdiciar lo poco bueno logrado? ¿Hay que dejar pasar oportunidades y favorecer calamidades? ¿Se puede y se debe evadir permanentemente la realidad? ¿Hay más ciegos que los que no quieren ver?
Ante estas simples y sencillas preguntas, permítase un ejercicio breve y una reflexión provocadora contra enajenación y superficialidad, simulación y engaño. Total, año nuevo…
Partamos del hecho de que, al final la realidad y los límites del aguante se imponen; y también, que mientras tanto, cuando se puede o es posible, solo se ve lo que se quiere ver, y se cree lo que se quiere creer.
En todo caso. Se padece lo que se quiere, o hasta que ya no se aguanta más. Hasta que crece hartazgo, inconformidad y rechazo social.
Nadie está obligado a soportar gobiernos malos y peores; perder y perder patrimonio y recursos públicos, para beneficiar a unos cuantos; aguantar y aguantar, hasta el sacrificio extremo individual y social; y sostener o apoyar, a ineficientes, corruptos y delincuentes.
De ahí que podemos encontrar y comprobar, que en la ceguera o falta de conciencia y responsabilidad individual y social, radican en gran parte, desinterés, pasividad y resignación. Conocido y repetido, que en lo personal o colectivamente, hay resistencia a informarse y conocer, enfrentar los problemas y transformar la realidad. Total ahí se va, no pasa nada y Dios dirá.
No hay más ciego que el que no quiere ver; pero también, por desgracia, el problema es que se padece y practica otra grave ceguera: la de todos aquellos que ven, solo lo que quieren ver… porque les conviene o beneficia. E incluso, están más que dispuestos a imponer esa visión o idea; a convencer, enajenar, confundir, dividir, entretener y lo que sea, con tal de dar continuidad a la impunidad…y sacarle provecho o ventaja.
No a desinterés y pasividad. Tan grave desinformarse, como mal informarse; o permitir arbitrariedades e injusticias.
LICUADOS ELECTORALES.
En fin, por lo pronto debe reconocerse que no hay solo licuadora presupuestal, útil y cómoda para disponer discrecionalmente del ingreso, ocultarlo, desviarlo y desaparecerlo; para ordeñar, saquear y aprovechar gastar más, endeudar más y privatizar más. También hay otra licuadora práctica y convenenciera, que maneja el hampa electoral.
Por consecuencias y daños, se debe alertar de los alcances de esa conocida licuadora electoral; y, desde luego, denunciarla, descomponerla, desconectarla, empezando por informarse y participar responsable y activamente.
Gobernantes y aspirantes, responsables y diletantes, políticos e improvisados, con sus excepciones aparte, están, son y serán accionados, ocupados o manipulados por una hampa electoral tan existente como notoria, que usa y abusa de recursos, patrimonio y cargos públicos, para imponer improvisados o ineptos encubridores; abyectos y serviles cómplices; y corruptibles encargados de todo y de nada.
Como resultado, no hay ni habrá atención y ocupación prioritarias, a las necesidades y problemas de los veracruzanos.
Lo importante para muchos, es mantenerse o alcanzar el poder.
De ahí que lo que más les ocupa y preocupa es mantener prendida la licuadora de licuadoras: la de las elecciones.
Licuadora electoral que, como propaganda, todo puede mezclar y cambiar de sentido o presentación; que magnifica, distorsiona, oculta o manipula. En el discurso, lo mismo revuelve verdades con mentiras, que mezcla deberes con promesas, argumentos con fantasías; endulzándolo todo con contenidos placebos, esperanzadores; o también, condenando, descalificando y exagerando opiniones y proposiciones de otros.
Como siempre, prometer no empobrece…
Aspecto importante, es que ilegalmente puede prenderse y funcionar con recursos públicos y de otra procedencia; que se sostiene y acciona con simulación, posposición, entretenimiento y engaño; que propicia abundantes injusticias y faltas, solapadas o apoyadas en atribuciones institucionales, reales o ficticias; y que permite a muchos imponer, orientar o favorecer a cómplices, familiares y amigos.
Lo primero es lo primero, asegurar herencia y persistencia de la continuidad de la impunidad.
De ahí que gobernantes o aspirantes, ponen y pondrán toda atención y preocupación a la elección. Total el pueblo puede esperar, no hay que ni quien los obligue a atender con eficiencia inseguridad, hambre, pobreza y marginación, en las que sobreviven millones y millones de veracruzanos. Creciente y compleja situación que no se puede atender y resolver a base de simulación, superficialidad, improvisación, ineficiencia y delincuencia gubernamental.
Con persistentes desinformación y simulación, obligado insistir, preguntar y preguntar:
¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Por qué los descomunales y ofensivos súper sueldos, prestaciones y beneficios, a funcionarios?
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH