¿En verdad a salvo?
La Grilla en Tabasco.
¿Estamos realmente a salvo del Covid-19 o en algún momento nos contagiaremos? Enfermarse es otra cosa. No todos los contagiados se enferman. Morirse es el extremo. Aunque el índice de letalidad en nuestro país es de alrededor de 10 por ciento de quienes se enferman.
Un experto sueco, considerado entre los máximos expertos en epidemiología, afirma que el contagio alcanzará quizá al 98 por ciento de la población, si bien es probable que dentro de un año se tenga vacuna y quienes se contagien estarán a salvo.
Por lo pronto, según reitera la Organización Mundial de la Salud, no hay cura, no hay tratamiento, no hay vacuna. Los médicos hacen descubrimientos al tiempo que confirman parte de lo que ya se sabía con respecto al comportamiento de los virus, como la paradójica eventualidad de que un sistema inmunológico fuerte termine matando a la persona en vez de ayudarla.
Asimismo, la catástrofe económica trae hambruna, quebranto global y transformación absoluta del mundo como lo vivimos hasta hace poco.
Otro dato: hasta el pasado sábado, según recuento de la Universidad Johns Hopkins, el mundo llegó a 4 millones 4 mil 224 contagios por Covid-19 y 277 mil 860 muertes.
El mismo reporte confirma que el epicentro de la pandemia es Estados Unidos, con un millón 305 mil 199 contagios, que representa casi un tercio de los casos registrados en todo el mundo. La letalidad ronda el 7 por ciento, con 78 mil 469 fallecimientos.
Las teorías conspirativas se desmoronan tan pronto se observa el creciente historial de propagación de otros virus: el ébola resurgió entre 2014 y 2016, cuando salió de Africa y alcanzó a Estados Unidos, así como a otros países. Con más de una docena de brotes en siete países africanos desde 1976, el ébola ha mostrado tasas de mortalidad que varían entre el 22% y el 88%.
En el último brote, la tasa promedio de mortalidad se estima en un 50%, aunque varió entre pacientes y a lo largo de la epidemia. Según estudios recientes, la mortalidad es directamente proporcional a la cantidad de virus circulando en la sangre del paciente (viremia).
Por suerte, el ébola no es tan contagioso como el SIDA o la influenza AH1N1 que surgió en marzo de 2009 en Veracruz y que probablemente nos contagió a muchos de nosotros sin que presentáramos síntomas mayores que el de una gripe, aunque en el país, según datos oficiales, mató a al menos mil 700 personas, a doce mil en Estados Unidos, y en el mundo dejó un saldo estimado entre 151 mil 700 y 575 mil 400 personas, según el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de USA.
La aterradora epidemia de ébola, precisa la Organización Mundial de la Salud, mató entre 2014 y 2016 a unas 11 mil 300 personas e infectó a 28 mil. Hubo otra pandemia en 2003 de la cual muchos no nos enteramos.
Del ébola se tienen registros que datan hasta de 10 mil años. No han faltado las clásicas teorías conspirativas que dicen que ese otro virus es producto de un laboratorio como arma biológica. Lo mismo se ha repetido acerca del SIDA y el SARS. Los síntomas de la mortal enfermedad que se ha ensañado con parte de Africa y que aparecen entre 2 y 21 días después de la infección, incluyen dolor de cabeza, dolor muscular, debilidad, diarrea, vómito, fiebre y, en algunos casos, hemorragias.
Una y otra vez, advierten las autoridades sanitarias mundiales, la comunidad internacional y los gobiernos reaccionaron tarde y por debajo de sus posibilidades. ¿Estábamos preparados desde enero en México para enfrentar al Covid-19? Obviamente, no. Peor aún, nuestro sistema de salud ha sido precario desde siempre y durante los 14 o 15 meses anteriores a la pandemia registró nuevos recortes presupuestales.
¿Qué esperanzas tenemos hoy de sobrevivir a la pandemia del Covid? Buenas, si hacemos lo correcto. ¿Nos enfermaremos? Probablemente nos contagiemos y muchos se enfermarán. Muchos morirán.
Nos enfrentamos a una pandemia de magnitud nunca vista. Cuando regresemos a la relativa normalidad, algo que puede prolongarse por el resto del año o por mayor tiempo, nada será igual. Más tarde, vendrán otras pandemias.
En el plazo inmediato, luchemos por sobrevivir. No debe haber regreso a clases, aunque se pierda el ciclo escolar; más bien, aunque se difiera. Jalisco ya dio la pauta. China y Korea han notificado rebrotes.
Twitter: @JOchoaVidal