May, el cacique de Comalcalco

La Grilla en Tabasco.

En tanto que sobre el país se cierne la amenaza del intervencionismo militar con base en la intención de Donald Trump de catalogar a los cárteles criminales de México como terroristas, y en momentos en que aquí la crisis económica y presupuestal nos mantiene de rodillas, un personaje oscuro, exponente de todo lo malo de la política, teje redes con el afán de apropiarse de la gubernatura de Tabasco como sucesor de Adán Augusto López Hernández.

A Javier May Rodríguez, el cacique de Comalcalco que desde cargos públicos emergió de la miseria para ser un hombre muy adinerado -según acusación de su ex cómplice Héctor Peralta Grappin- como subsecretario del Bienestar no le interesa, preocupa ni entiende la frágil situación que enfrenta el gobierno de Andrés López Obrador, ni el mandatario estatal, ni Lorena Méndez Denis, presidenta municipal.

A ésta última la ningunea, pues asume que le debe el cargo, del mismo modo en que colocó a ocho de sus incondicionales en Petróleos Mexicanos, merced a su alianza con Octavio Romero Oropeza, director de esa empresa, quien acaba de hacer quedar mal a la administración de Méndez Denis, en virtud de que le proporcionó chapapote de muy mala calidad para pavimentar casi medio kilómetro de calle en Tecolutilla y resulta ser que ya tiene baches por doquier.

En sus dos trienios como alcalde de Comalcalco, May se hizo fuerte a través de una estructura clientelar ya tipificada como actividad de delincuencia electoral. En franco abuso -además- de la pobreza extrema de mucha gente, a esa clientela la mantuvo cautiva obsequiándole carne y gas pagados con fondos públicos.

Hoy, esos beneficios ya no son ni siquiera para todos los militantes de MORENA, sino solo para quien May señaló por ser operadores suyos. Quienes dejaron de recibir esos apoyos sospechan que el dinero correspondiente se utiliza para alimentar a la estructura clientelar, en buena parte del estado, de este funcionario público a quien no le preocupa violar los principios de ese partido.

Tampoco podría preocuparle romper reglas de la política y faltarle así el respeto al Número Uno de Tabasco. Está convencido de que solo tiene que avanzar en el tejido de esas redes y que, llegado el momento, el gran dedo lo escogerá como candidato a gobernador, no sin antes haber impuesto en posiciones estratégicas, en las elecciones intermedias de 2021, a incondicionales y operadores suyos.

Es probable que ya le haya calentado la cabeza a Octavio Romero con el cuento de que ambos son los herederos naturales, los de la mayor cercanía, de Andrés López Obrador, y que el actual director de Pemex dejará tirados en el camino sucesorio a Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y otros prospectos para la siguiente candidatura presidencial de MORENA.

Desde luego que todo ello está en sueños. Son castillos en el aire. Muchas cosas habrán de suceder entre ahora y dentro de 19 meses, cuando se realicen las elecciones intermedias, y para cuando ya quede definido quiénes serán los candidatos presidenciales de los partidos, así como de los que -en el caso local- competirán por la gubernatura.

Aquí, evidentemente la palabra del gobernador será uno de los factores de mayor peso para las decisiones internas del partido. Luego, ya en las urnas, sucederá lo que quieran los votantes: las estructuras clientelares las afinó Carlos Salinas con el PRI presidido por Luis Donaldo Colosio, y cuando hubo alta y muy motivada participación ciudadana el tricolor fue derrotado a pesar de la regaladera de despensas, pollitos y dinero.

Recordemos las elecciones locales de 2003, cuando el PRD dio la sorpresa quedándose con 11 de los 17 ayuntamientos -Evaristo Hernández Cruz se sobrepuso ante Fernando Mayans Canabal por apenas un puñado de votos cosechados en la “operación electoral” del día- y con la mayoría en el Congreso.

En Comalcalco, en 2021, May y su grupo se enfrentarán a su antiguo aliado, el “Toro” Peralta, igualmente experto en mañas, y al PRI que seguramente tendrá como candidato a David Méndez Cruz, actual delegado regional de ese instituto, quien podría catalizar el hartazgo de la sociedad comalcalquense ante más de lo mismo, en un municipio saqueado y hecho pedazos.

Twitter: @JOchoaVidal

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