No se vale especular
La Grilla en Tabasco
La muerte de Juan Carlos Huerta nos duele. No solo porque lo conocimos desde hace muchos años, a él, a su esposa Laura, a sus hijos, además de que era comunicador y compartimos aula, sino por el hecho de ser una persona. Pero también nos duele la manera vil en que el homicidio ya está siendo utilizado con fines políticos, con intenciones perversas.
Entre la larga serie de barbaridades que leímos y escuchamos desde que se conoció la ejecución, hubo algunas que en verdad nos preocupan, porque hay individuos que creen cualquier estupidez. Por ejemplo, vimos un tuit en el que se atribuye al Presidente de la República la autoría intelectual de este homicidio.
¿Qué hay detrás de la muerte de Juan Carlos? No especulemos. Debe haber prudencia y esperar a que la Fiscalía General del Estado y los enviados de la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión hagan su trabajo de investigación.
En el país, en los últimos 18 años han sido asesinados unos 120 comunicadores. Suman 56 o 57 los casos registrados desde 2013 a la fecha. Unos han sido esclarecidos; otros no. Los motivos han sido diversos. De lo que se supo, no siempre fue represión sino más bien algo de índole personal.
Por otra parte, los comunicadores sabemos que un simple comentario nuestro o la divulgación de una noticia, puede provocar a algún loco que reaccione fuera de toda proporción.
En Tabasco, el locutor conocido como El Padrino Fonseca fue ejecutado hace varios años cuando hacía una protesta contra el crimen organizado en el crucero de Paseo Tabasco y Ruiz Cortines.
Al radiodifusor, comunicador y político Moisés Dagdug Lutzow, caso igualmente manipulado, lo asesinaron en su casa sin que ello guardara relación alguna con la libertad de expresión. Recuérdese lo sucedido también con Jerry Barceló.
Hay quienes dicen que este nuevo suceso empaña al proceso electoral. Hace poco, una candidata del PVEM para diputada en otro estado fue asesinada. Cuando se esclareció el hecho, resultó ser que la mataron dos criminales a quienes previamente ella contrató para asesinar a otra mujer.
¿Por qué habría de empañar esto al proceso electoral? Salta a la vista, sí, que existen interesados en usar el nombre de Juan Carlos como bandera electorera. No se vale. Es una canallada, como también ha ocurrido con motivo del reciente asesinato de dos infantes en la Chontalpa.
¿Vivimos un serio problema de inseguridad? Ni quien lo discuta. Sucede en Tabasco y también en otros estados. Lamentablemente, así es. Pero si hay algo que ya especificó la Fiscalía General del Estado es que esto no se trató de un robo, sino de una ejecución: un homicidio con premeditación, alevosía y ventaja.
No nos queda más que reiterar nuestro cariño y solidaridad a los deudos de Juan Carlos, y esperar a que prospere la investigación; que a la brevedad posible se identifique a los asesinos y se les sujete al debido proceso para que reciban el castigo que merecen.
De los apuntes
Este martes llegó a su fin el primer periodo ordinario de sesiones del tercer año de ejercicio constitucional de la LXII Legislatura local. A la ceremonia correspondiente acudió, con la representación del Poder Ejecutivo, el secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres. Más tarde, se instaló la Comisión Permanente presidida por el diputado José Antonio de la Vega Asmitia. Se anticipa que habrá periodo extraordinario para desahogar iniciativas pendientes. Eso será lo último para alguno o algunos legisladores locales que ahora mismo son candidatos a otro cargo de elección.
Twitter: @JOchoaVidal