Sheinbaum: lo que mal empieza….

Una violencia desbordada en varios estados del país, un gobierno sin dinero y endeudado, una crisis política y jurídica a causa de una reforma judicial procaz, la presencia constante de fenómenos naturales, desencuentros con países y socios comerciales y la histórica indiferencia de la sociedad internacional a su toma de posesión marcaron el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum.

Reza el refrán que lo que mal empieza, mal acaba. La nueva presidenta ha tenido que sortear con poco éxito el campo minado que le dejó su antecesor como una forma perversa de imponer su continuismo en forma de un nuevo Maximato.

El homicidio y decapitación del alcalde de Chilpancingo y de sus dos más cercanos colaboradores a pocos días de asumir el cargo, fue el corolario de la peor espiral de violencia para el inicio de un gobierno presidencial.

En Sinaloa, la guerra de cárteles ha dejado 192 muertos y más de 200 personas secuestradas en poco más de un mes. Miles de estudiantes no van a la escuela y el comercio está paralizado.

En Guadalajara, plazas comerciales son atacadas por la delincuencia que ha impuesto un narco gobierno con el cobro de piso. En Tabasco, una nueva ola delictiva provocó enfrentamientos, quema de vehículos y ataques a negocios. El edén se convirtió en el infierno.

Veracruz aporta su cuota de sangre con balaceras y ejecuciones que dejaron 15 muertos, algunos arrojados en la autopista Veracruz-Cardel, además de ser el paraíso del secuestro, extorsión, feminicidio y robo a transportistas, según los datos del gobierno federal.

La violencia disimuló el brutal endeudamiento adquirido en el primer día de gobierno. Los 18 mil millones de dólares de deuda sólo servirán para cubrir los enormes hoyos negros provocados por el déficit fiscal y el endeudamiento de Pemex.

En materia económica no podría ser peor. El Banco de México confirmó el mayor déficit económico en lo que va del siglo y las expectativas de crecimiento se redujeron a la mitad. De no ser por las remesas, la economía del país estaría en caída libre.

Hemos visto como, en su frenesí, los promotores de la reforma judicial han tenido que reconocer los vicios, pifias y errores garrafales en un texto lleno de lagunas, contradicciones y falta de congruencia en la implementación de un verdadero sistema de justicia como el que hoy requiere nuestro país. El capricho por encima de la justicia.

Mientras, los fenómenos naturales azotaron a varios estados sin respuesta del gobierno. Acapulco se mantiene bajo el agua, mientras la península de Yucatán y el sur de Veracruz –todos gobiernos de Morena- sufren de la incapacidad para atender a los damnificados. Para eso era el Fonden.

La misma toma de posesión fue un mal augurio. La decisión de México de excluir al rey Felipe VI de España para asistir a la ceremonia justificó la ausencia de decenas de mandatarios de todo el mundo. Gobernantes de la comunidad europea, de Asia, incluso de Estados Unidos y Canadá, no asistieron al inicio de un gobierno que busca abrirse camino hacia la dictadura.

Un México más violento, endeudado, sin crecimiento económico ni capacidad de respuesta ante fenómenos naturales, objeto de la indiferencia internacional, es el cimiento del segundo piso de la cuarta deformación.

La puntita

Mi condición de opositor no me impide enviar una sincera felicitación al diputado federal veracruzano Javier Herrera Borunda por su nombramiento como presidente de la Comisión de Vigilancia de la ASF.

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