Votar sin miedo y en libertad
El llano.
Idéntico a sí mismo (es decir, sin freno), Andrés Manuel López Obrador ha hecho una irracional e irresponsable convocatoria: que la noche del domingo 1° de julio venidero, sus simpatizantes festejen el triunfo «cerca de las casillas electorales».
Desmesurada e irresponsable, digo, si nos imaginamos que en uso del mismo presunto derecho al desmadre, hicieran similar convocatoria Ricardo Anaya, José A. Meade y Jaime Rodríguez.
Nadie en este país, absolutamente nadie, puede asumirse eje de la vida nacional. Mucho menos desatar el odio. Ya lo hizo AMLO al pedir a sus seguidores que respondieran en Internet a los ataques de sus enemigos, lo que dio lugar a una ofensiva en las redes sociales de los llamados «bots», que cual robots «se utilizan para simular la interacción humana, hinchando artificialmente el número de visitas o seguidores, o automatizando respuestas para posicionar mensajes o influir en debates» (Wikipedia).
Muchísimos de esos «bots» son semejantes a Goebbels, nazis cibernéticos que utilizan lenguaje soez, insultan y descalifican adversarios y repiten una mentira centenares de veces para tratar de que se convierta en «realidad virtual».
¿Es AMLO el único candidato en busca del triunfo? No, evidentemente. ¿Es AMLO el único candidato que puede triunfar en los comicios del 1° de julio? No. ¿Estamos ante la coronación reeditada de Su Alteza Serenísima? Menos. ¿Se trata de una provocación insensata? Así lo creo. Yo modestamente convoco al uso de la razón y de la responsabilidad que significa votar SIN MIEDO y en libertad.