Trump cierra la comisión que investigaba el bulo sobre el fraude electoral de 2016
Trump, en julio, en un encuentro de la polémica comisión electoral. Michael Reynolds / EFE
- Tras ganar los comicios de 2016, el republicano afirmó, sin pruebas, que “millones de personas votaron ilegalmente” en su contra
EL PAÍS / WASHINGTON.-Abocado a un fracaso, el presidente estadounidense, Donald Trump, cerró este miércoles la comisión que debía investigar su bulo sobre un fraude masivo en las elecciones de 2016.
Tras ganar los comicios, Trump aseguró, sin pruebas, que millones de personas votaron ilegalmente” en su contra.
Al asumir la presidencia, el republicano prometió actuar con rapidez en ese asunto pero no fue hasta mayo que creó esa comisión.
Sin embargo, el rechazo de numerosos Estados a proporcionar información que, según la Casa Blanca, iba a esclarecer irregularidades ha forzado a Trump a dar marcha atrás.
En el comunicado en que se anunció la cancelación de ese órgano, que se justificó en el rechazo de los Estados a cooperar, la Casa Blanca insistió en sus acusaciones al afirmar, de nuevo sin pruebas, que hay “evidencias sustantivas en fraude electoral”. Sin embargo, los responsables estatales y expertos electorales subrayan que ese tipo de irregularidades son infrecuentes en Estados Unidos.
Y el propio Trump no ha ofrecido una sola prueba que respalde los mensajes que publicó el 27 de noviembre de 2016 en Twitter, que desataron una enorme tormenta en EE UU tres semanas después de las elecciones. “Además de ganar el colegio electoral por goleada, gané el voto popular si se restan las millones de personas que votaron ilegalmente”, escribió entonces. “Fraude serio de voto en Virginia, New Hampshire y California. ¿Por qué los medios no escriben sobre esto? Hay un sesgo serio. ¡Gran problema!”, agregó en otro.
En las elecciones, la demócrata Hillary Clinton sacó casi tres millones más de votos que Trump. Pero en el llamado colegio electoral -la traslación de esos votos según la población de cada Estado-, el republicano se impuso, lo que le dio la presidencia.
En la recta final de la campaña, Trump había atizado el miedo a un posible fraude electoral al clamar que el sistema estaba “amañado” en su contra y no comprometerse a aceptar el resultado si le era desfavorable.
Más de un año después, la Casa Blanca justificó el fin de la comisión en aras del ahorro público. “En vez de embarcarse en batallas legales sin fin a expensas del contribuyente, hoy el presidente ha firmado una orden ejecutiva para disolver la comisión y he pedido al Departamento de Seguridad Nacional que revise los hallazgos iniciales y determine el siguiente curso de acción”.
La comisión, encabezada por el vicepresidente Mike Pence, pidió a los Estados un reguero de información personal sobre votantes. Numerosos gobiernos regionales se rebelaron, tanto demócratas como republicanos, y en noviembre un juez federal les dio la razón al determinar que la comisión era un órgano asesor que carecía de la autoridad legal para obligar a los Estados a proporcionar datos.