El sexenio accidentado del talibán y mitómano de Palacio Nacional está acabando como los regímenes autoritarios y autócratas de América Latina, después de Venezuela, Nicaragua y Cuba. El gobierno de AMLO- el catequista de Macuspana que no tolera la crítica de los periodistas y medios de comunicación independientes-, ha desatado una oprobiosa y criminal persecución contra medios y periodistas que han expuestos los vicios, lacras sociales, dobleces y moralinos que ha caracterizado al régimen de la cuatroté. El talibán de Macuspana no tolera la crítica, la denuncia y la evidencia que la prensa crítica ha venido exponiendo a lo largo de su controvertido sexenio con pruebas fehacientes de las corruptelas de los servidores públicos, de sus amigos y de sus hijos, porque según él, son infamias y calumnias de los mensajeros independientes del Estado y de la sociedad civil. El papel antagónico de AMLO de principio, durante y el final de su gobierno con la prensa-el torquemada de la cuatroté-, demuestra su fobia con los periodistas que lo han colocado como el peor presidente contemporáneo que ha tenido el país por sus declaraciones, lemas y su papel con el narcotráfico. Los asesinatos recientes de los periodistas y el rezago de las indagatorias de los trabajadores de los medios de comunicación, han desembocado en el archivo del olvido, en el museo político de la numerología, donde López Obrador-el mitómano por excelencia-se ha ganado el liderazgo de la impunidad mundial.