Se rebelan diputados del PRI contra Ochoa Reza; piden su cabeza por déspota e indolente
Enrique Ochoa enfrenta un cisma debido a los reveses, desaciertos y falta de concertación que cometió en los estados priistas durante la precampaña, provocó que los diputados priistas pidan su cabeza ante el presidente EPN. Foto: Tomada de Internet
- Acusan falta de operación política y se quejan por el reparto de espacios para el Senado
VANGUARDIA / CDMX.- Este día, durante una reunión privada, previa a la sesión de este día en San Lázaro, los legisladores federales solicitaron a su nuevo coordinador, Carlos Iriarte, ser el conducto para pedir al Presidente Enrique Peña Nieto un relevo en la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), antes de que inicie las campañas, dio a conocer el diario Reforma.
Informó que los legisladores que se instalaron en una sala de juntas conocida como «la pecera», entre coordinadores estatales y vicecoordinadores del grupo, fueron testigos de la exigencia.
Se dio a conocer participaron un total de 19 oradores y la coincidencia, en todos los casos, fueron las acusaciones contra Ochoa por la falta de operación política y comunicación con los liderazgos locales en la designación de las candidaturas.
Otra de las inconformidades fue el reparto de espacios para el Senado y algunas posiciones locales desataron la crisis que, en los últimos días, ha generado hasta la renuncia de militantes del tricolor.
«Se pidió al coordinador Iriarte que fuera el conducto con Los Pinos para solicitar la destitución de Ochoa. Mientras Ochoa esté ahí, no hay ánimo para trabajar y nadie está dispuesto a hacerlo», aseveró uno de los priistas. «Todos hablaron de un solo tema: pedir la cabeza de Enrique Ochoa», sintetizó otro.
«Los reclamos fueron tres: los priistas están renunciando y Ochoa no hace nada; no hay operación en los estados ni para la designación de candidaturas ni para la cicatrizar las heridas y, lo más preocupante, se dejó en claro que si esto sigue así puede darse una campaña de brazos caídos», relató uno más de los legisladores.
Los diputados acusaron a Ochoa y a su dirigencia de favoritismos, imposiciones, maltrato, omisiones, cerrazón para el diálogo, ausencia de negociación y de operación cicatriz.
Algunos aseguraron que Iriarte les ofreció una reunión con el dirigente nacional, misma que fue rechazada por los diputados, quienes pidieron que el tema sea resuelto por el Presidente o por el abanderado presidencial, José Antonio Meade.
Tras la designación de candidatos el PRI enfrenta problemas en varios estados del País, sobre todo donde es oposición.
Las principales quejas e inconformidades se han registrado en Baja California, Durango, Guanajuato, Sonora, Quintana Roo, Veracruz y Michoacán, tierra natal de Ochoa.
‘Las horas finales’
Por otra parte, el periodista Jenaro Villamil, escribió para la agencia Proceso “Las Horas Finales de Enrique Ochoa en el PRI”, informó que la mayoría de los casi 200 diputados federales priistas presentes pidieron a su coordinador, Carlos Iriarte, que le exigiera al presidente Enrique Peña Nieto que “quitara ya” al dirigente nacional del CEN del tricolor.
Si él no se lo planteaba a Peña Nieto, ellos lo harían de manera pública, amagaron los legisladores al exalcalde de Huixquilucan, quien el pasado jueves 1 sustituyó a César Camacho.
Las expresiones más comunes en contra de Ochoa Reza fueron el descontento por su mal trato, porque se sienten “lastimados”, “agraviados” y “encabronados” con las formas en que el exdirector de la Comisión Federal de Electricidad ha conducido el partido desde que sustituyó a Manlio Fabio Beltrones, en julio de 2016.
A la rebelión interna de los diputados federales del PRI se sumó la renuncia del legislador duranguense Otoniel García, quien se cambió a la bancada de Morena, que ahora suma 50 legisladores. Si suma dos defecciones más, este partido coordinado por Rocío Nahle se volvería la tercera fuerza política de la Cámara de Diputados, sólo por debajo del PRI (204 ahora) y del PAN (109) y por arriba del PRD, que tiene sólo 51.
En las reglas no escritas del PRI, cuando la bancada de una de las dos cámaras se rebela contra su dirigente nacional, lo que está en juego es la viabilidad del mismo líder. Y en los códigos del Grupo Atlacomulco, todo es sacrificable, con tal de salvar al aún presidente en funciones, Enrique Peña Nieto.
Las horas finales de Ochoa Reza comenzaron a escribirse con la precampaña presidencial que culminó esta semana. El propio Ochoa se encargó de colocar el clavo final a su pésimo desempeño: durante un mitin en Tabasco, el sábado 10, calificó de “prietos” a los priistas que se suman a Morena, y en plan sexista y con pésimo sentido del humor afirmó que “los prietos no aprietan”, escribió Villamil para la agencia.
Con información de Reforma y Proceso