Si se equivocan, morderán el polvo

La Grilla en Tabasco

Pudiere decirse que durante los procesos internos de selección de sus candidatos los partidos ganan o pierden, de antemano, al menos la mitad de la batalla electoral, si no es que todo. Quienes toman las decisiones deben recordar que ya no se puede, como antes, simplemente poner a amigos o “a quienes se la jugaron conmigo”.

Sobre todo, debe recordarse, en el caso particular de Tabasco, que los municipios que concentran al mayor número de potenciales votantes -en esta especie de juego de estrategia, de sumas y restas, en el que además ya no se puede depender de la “ingeniería electoral” y la “madre de todas las batallas” está íntimamente ligada a la lucha por la Presidencia de la República- son: Centro, Cárdenas, Huimanguillo, Macuspana, Comalcalco y también Nacajuca.

Otro aspecto medular que no puede perderse de vista es que en cada municipio se configuran escenarios a favor o en contra para el candidato a la gubernatura, en la medida en que se puedan conciliar las aspiraciones de los militantes que quieren ser alcalde y diputado local. Cualquier gobernador necesitará mayoría en el Congreso del Estado, del mismo modo en que el Presidente de la República requiere sumar igualmente mayoría en las cámaras legislativas.

Los ya candidatos a gobernador, el que está pendiente para ir por la vía independiente y los que van a serlo para ayuntamientos y conformar la próxima Legislatura, no pueden darse el lujo de despreciar o minimizar a individuos o grupos que les pueden hacer mucho daño, en escenarios de cerrada o incierta competencia. Todo cuenta.

Es la hora en que los señores y la dama ya abanderados para gobernador están a tiempo de sacar cuentas y, con los pies en la tierra, calcular si les alcanzarán los números en -repetimos- Centro, Cárdenas, Huimanguillo, Macuspana, Comalcalco y Nacajuca. Recuérdese, asimismo, que la soberbia, el asumir que “a mí todo se me resbala”, o el “yo soy Juan Camaney”, hace perder el piso.

Entiéndase que no es lo mismo el escenario electoral de 2015 que lo que veremos en 2018, cuando tendremos la jornada electoral más complicada de la historia del país, con irritación social sin par, con altísimo grado de desconfianza en las instituciones y con francos riesgos para la gobernabilidad.

Tema especial es el de Huimanguillo. Allí, una de las aspirantes, María Estela de la Fuente, fijó en las últimas horas un ultimátum al partido al cual emigró en 2012: no aceptará que le digan que ella no va. Por su parte, Oscar Ferrer Abalos se reserva pronunciamiento, pero se sabe que en repetidas ocasiones ha sido invitado por MORENA, aunque ya anda el funcionario estatal Ovidio Chablé en busca de esa vía.

¿Serán Huimanguillo y Emiliano Zapata los dos únicos municipios con los que se quede el PRI?

En Macuspana, Julio Gutiérrez Bocanegra, de MORENA, encabeza las tendencias en la opinión popular; en Cárdenas no tendría por qué modificarse el cuadro, una vez que Rafael Acosta León quedó como único prospecto porque su adversario interno, Alfredo Torres Zambrano, fue nominado para la diputación federal. Comalcalco está muy difícil que alguien se lo quite a Javier May y su imposición para la alcaldía, Lorena Méndez Denis.

En Nacajuca ningún partido tiene a un “gallo” o “gallina” fuerte; pero la coalición que encabeza el PRD está bajo la amenaza del edil Francisco López de usar a su clientela para hacer perder (otra vez) a Roberto Ocaña Leyva. Centro es, desde ya, una pesadilla electoral y comparte angustias con la zona conurbada de aquel municipio.

Twitter: @JOchoaVidal

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