Se blinda Nueva York por juicio contra ‘El Chapo’ Guzmán; vigilancia extrema  

La comitiva policial traslada al preso mexicano El Chapo Guzmán en Nueva York, el pasado 10 de octubre. TIMOTHY A. CLARY (AFP) / ATLAS.

  • El jurado está aislado y protegido por guardias armados en todo momento. El traslado del preso mexicano, vigilado por helicóptero, obliga a cortar el tráfico del puente de Brooklyn dos veces al día

Así fue la extradición de El Chapo Guzmán desde México a EU. Foto: Especial

SANDRO POZZI

EL PAÍS / NUEVA YORK.- El juicio más importante por narcotráfico ha comenzado este lunes a los pies del puente de Brooklyn, en la ciudad de Nueva York. En el banquillo de los acusados se sienta Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, calificado por el Gobierno de Estados Unidos como «extremadamente peligroso».

La defensa lo presenta como un campesino de una zona rural muy pobre en México. La fiscalía como un señor de la droga que encabezó un negocio de distribución con el que amasó una ingente fortuna y que dejó un reguero de sangre de enemigos que se interponían a su paso desde ambos lados de la ley. La comitiva del traslado del preso mexicano, vigilada por helicóptero, obligará a cortar el puente de Brooklyn dos veces al día.

El caso es extraordinario. La acusación le describe como el mayor criminal del siglo XXI. Ha recopilado como pruebas cientos de miles de documentos, fotografías y grabaciones que se presentarán durante los cuatro meses que se espera dure el juicio, que se ha aplazado en varias ocasiones.

Es un proceso, como reconoce el juez Brian Cogan, que no tiene precedentes. El magistrado afirma que no hay muchos ejemplos de acusados que hayan protagonizado producciones audiovisuales de ficción antes de comenzar el juicio, como ha ocurrido en el caso de El Chapo.

Joaquín Guzmán, que escapó dos veces de prisión, fue extraditado a EE UU desde México la noche del 19 de enero de 2017, horas antes de que Donald Trump tomara posesión. El fundador del cartel de Sinaloa se encuentra desde entonces recluido en régimen de aislamiento en uno de los centros penitenciarios estadounidense de mayor de seguridad. Aunque también hay causas en California, Texas e Illinois, la corte federal en Brooklyn es la más potente para lidiar con crímenes transnacionales.

La fiscalía teme que entre los representantes de los medios en la sala del tribunal se puedan infiltrar miembros o informadores de la organización criminal

Bajo su liderazgo, según la fiscalía, el cartel de Sinaloa dio con nuevas vías para atender la creciente demanda de droga en EE UU. Introdujo así el producto por la frontera de Texas construyendo túneles con aire acondicionado. Utilizó aviones e incluso un submarino. La fiscalía calcula que este negocio generó unos beneficios ilícitos valorados en 14.000 millones de dólares. La revista Forbes llegó a incluir a El Chapo en la lista de grandes fortunas.

El juicio ha arrancado con la selección del jurado que decidirá si El Chapo es culpable o inocente. Estará integrado por 12 titulares y seis suplentes. Antes se hizo una preselección entre 800 personas para la primera criba. Esta fase durará un par de días mínimo. El cuestionario de la entrevista final que realizará el juez Brian Cogan no se hizo público porque contiene información que podría ayudar a identificarlos y poner en riesgo sus vidas.

Guzmán estuvo presente en las 45 primeras entrevistas, vestido de particular con chaqueta azul marino y camisa blanca con cuello «disco». Uno de los potenciales candidatos entre los 28 preseleccionados durante la primera jornada es un imitador de Michael Jackson. Hubo dos mujeres que expresaron su temor a sufrir represalias si eran elegidas. Pese a que el juez trató de tranquilizarlas, fueron excluidas junto a otra que se declaró seguidora de la serie Narcos.

Protección

El jurado ha estado aislado y protegido por guardias armados en todo momento durante el proceso. Las precauciones en este caso llegan hasta el extremo de que el intercambio con el magistrado solo podrá ser seguido en la sala del tribunal por cinco periodistas preseleccionados. La fiscalía teme que entre los representantes de los medios se puedan infiltrar miembros o informadores de la organización criminal. Por eso, en la corte federal habrá apostados agentes con armas largas y unidades caninas. Ya hay instalado un segundo detector de metales frente a la sala del magistrado Cogan.

Foto: Especial

El juicio empezará a tomar cuerpo una semana después, el 13 de noviembre. Con la exposición de los argumentos iniciales se tendrá una primera idea de cuál será la estrategia que van a seguir la acusación y el equipo de la defensa, que lideran los abogados Eduardo Balarezo, William Purpura y Jeffrey Lichtman. Guzmán se enfrenta a cargos por 11 delitos. La fiscalía accedió a retirar seis para agilizar el proceso.

El principal es el de pertenencia a una empresa criminal como líder del cartel de Sinaloa, castigado en EE UU con pena mínima de cadena perpetua. Para apoyarlo, la fiscalía buscaba demostrar que El Chapo recurrió a la violencia para llevar las operaciones del cártel y con ese propósito ordenó la ejecución de al menos 33 personas. Pero Cogan exigió que se redujera, al no juzgarse un caso de asesinato. La acusación quiere llamar al estrado a 16 cooperantes.

En las vistas preparatorias, el magistrado se mostró comprensivo con las dificultades que afrontaba la defensa para prepararse, por la complejidad del caso. Sin embargo, fue contundente al marcar las reglas de juego. El primer cargo se completa con acusaciones por conspirar para producir y distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana, uso ilícito de armas de fuego y blanqueo de dinero.

Emboscada

Los abogados de El Chapo han insistido durante estos 21 meses en la inocencia de su cliente. Balarezo ya afirmó ante el juez que Guzmán no era el cabecilla del cártel de Sinaloa y que actuaba bajo las órdenes de otros traficantes más poderosos. Citó, para apoyar este argumento, evidencias que maneja la fiscalía y que podrían servir para exculparle. Pero la acusación respondió diciendo que se trataba de “habladurías”.

La fiscalía dejó muy claro que los delitos de los que se acusa a Guzmán no requieren que sea el único capo narcotraficante en México ni tampoco el más poderoso. El hecho de que tuviera bajo su mando a otras personas, insistieron, ya le convierte en un cabecilla. La otra línea de acción es que la defensa busque que el juicio sea declarado nulo, al considerar que no contó con las garantías de un proceso justo.

Los letrados de la defensa insisten en que nunca antes tuvieron que preparar un juicio en circunstancias similares en los 70 años de experiencia que reúnen. No se refieren solo a la cantidad de evidencias que las autoridades de EE UU han amasado durante dos décadas de investigación. También por las condiciones de reclusión de Guzmán, que se comunica con ellos a través de una mampara mientras está recluido en una celda de 18 metros durante 23 horas al día, donde nunca se apaga la luz.

La sala que tienen reservada para las visitas es tan pequeña que, dicen, deben tomar notas sobre las rodillas. También argumentaron que las condiciones de aislamiento eran extremas y estaban afectando a su estado mental. La celda es minúscula, sin ventanas, y tiene la luz encendida todo el día. Balarezo asegura que, por todas estas circunstancias y tácticas, será un “juicio por emboscada”.

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