¿Qué se puede esperar de Evaristo?

La Grilla en Tabasco.

En las elecciones de 2015 y 2016, Gerardo Gaudiano logró derrotar a sus adversarios del PRI, sobreponiéndose incluso al “efecto Amlo”. Al cabo de un año de ser alcalde de Centro, el nivel de cumplimiento y aceptación popular con que contaba era, ciertamente, mayor que el que hoy presenta Evaristo Hernández. ¿Por qué?

Durante su trienio 2007-2009, el “dragón” salió bastante bien librado a pesar de que, en principio, se sabe que en realidad Fernando Mayans lo derrotó en la elección de 2006, pero mediante mapachería se adjudicó la contienda mediante un margen menor a dos mil votos.

Asimismo, se peleó con Andrés Granier. Sobrevivió al castigo presupuestal y mediático. La cuerda le alcanzó para disputar la candidatura del PRI a gobernador en 2012 y volver a ser nominado por ese partido para el mismo cargo en 2015.

En campaña, en 2018, después de operar la campaña de MORENA en los municipios del Estado de México que son bastión del Grupo Atlacomulco, Evaristo se mostró humilde y receptivo. Triunfó por amplísimo margen, no solo por haber sido arrastrado por el tsunami del “seis de seis”, sino porque hizo un buen trabajo y estableció compromisos con los ciudadanos.

¿Qué sucedió entre esa noche del triunfo electoral y los primeros meses de 2019, cuando comenzó a pelearse con medio mundo, con arranques paranoicos y actitudes que hacen parecer que careciera de oficio político? ¿Qué necesidad hay de que ofenda a sus propios colaboradores, a los servidores públicos a quienes no se les puede obligar a que acudan a sus paseos dominicales?

Tardó más Gaudiano en desmoronarse. Y si eso le pasó al perredista, fue por el incumplimiento de parte de quien en otra hora era recibido como estrella de rock, en colonias, villas, poblados, comunidades del municipio.

Por sus actitudes, hay quien pregunta si acaso la edad le afectó a Evaristo. ¿Será el estrés? ¿Necesita Tafil? Acaba de despedir a una de sus más cercanas colaboradoras y ha trascendido que le molesta que le busquen los antiguos aliados.

No tenemos -nadie la tiene- la verdad absoluta. Pero percibimos que el otrora habilidoso político, que siempre supo negociar y pactar amenazando con pasarse a las filas del PRD -a Arturo Núñez lo dejó plantado en 2012 luego de haberle dado su palabra y mostrarse en público con él- ahora sí, hasta ahí llegó: terminará su periodo quemadísimo.

Entre la población de Centro existe un marcado desencanto. Calles, avenidas, caminos vecinales, continúan despedazados. La recolección de basura y el alumbrado público son muy deficientes. Muy lengua larga, pero el problema del suministro de agua empeora cada día, aunque se promete que este año habrá nueva planta potabilizadora.

Como era de esperarse, el mal desempeño del alcalde está haciéndole muchísimo daño al partido que lo llevó al cargo. Podrá hacerse el ciego y sordo ante los reclamos, pero el malestar es creciente: todavía caerá más Evaristo, quien quizá piensa que la gente es tonta.

Ni teleférico, ni remodelación de Paseo Tabasco, como tampoco nuevo Palacio Municipal. Ello, por referirnos solo a algunos de los sueños guajiros de una persona que miente y traiciona. No sabemos, al menos no nos consta, si también roba y viola también ese principio de MORENA. Recordemos: no robar, no mentir, no traicionar.

Twitter: @JOchoaVidal

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