Putin denuncia que continúa la degradación de los derechos humanos por Occidente con postura sesgada
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, celebra una videoconferencia con miembros del Consejo para el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos Humanos el 4 de diciembre de 2023. Mijaíl Kliméntiev / Sputnik
- A pocas jornadas de la celebración del Día de los Derechos Humanos, el presidente ruso criticó la incapacidad de las agencias de la ONU. «Por desgracia, celebramos este aniversario en una situación difícil en la que continúa el proceso de degradación del sistema internacional de garantía y promoción de los derechos humanos”, afirmó Putin.
RT / RUSIA.-Continúa el proceso de degradación del sistema internacional de defensa de los derechos humanos, cuyas instituciones están controladas por Occidente y demuestran parcialidad y rusofobia, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin.
Al hablar con miembros del Consejo para el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos Humanos, el mandatario mencionó que el 10 de diciembre se cumplirán 75 años desde que la Asamblea General de la ONU aprobara la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
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«Por desgracia, celebramos este aniversario en una situación difícil en la que continúa el proceso de degradación del sistema internacional de garantía y promoción de los derechos humanos. Sus instituciones, prácticamente controladas por Occidente, demuestran parcialidad política, hipocresía y selectividad flagrante», afirmó Putin.
Acusó a estas estructuras no solo de ignorar, sino también de alentar las manifestaciones de rusofobia. En este sentido, el presidente dijo que esas agencias «apoyan a los países que tienen prisa por ocupar los primeros puestos en este vergonzoso concurso rusófobo«.
El fenómeno de rusofobia era conocido ya mucho antes del conflicto con Ucrania, dijo el mandatario, subrayando que, «sobre todo, tuvo lugar ante los ojos de todo el mundo en los países bálticos» y cuyos líderes parecen haber decidido «aprovechar la operación militar especial rusa para concretar sus tareas políticas internas».
«No creo que la felicidad vaya a llegar a la casa de quienes siguen tal política. No sé cuántos hay ahora, pero en Letonia creo que había un 40 % de rusoparlantes. Probablemente ahora también sean muchos», dijo.
Advirtió a los dirigentes de esos países que si aplican políticas rusófobas contra las personas que «querían vivir en uno u otro país, que trabajaban allí, que generaban algún beneficio para ese país y las tratan de una manera tan repugnante, al final, ellos mismos se enfrentarán a actitudes semejantes dentro de su propio país».
12 Horas
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