Pese a la crisis, AMLO no da golpes de timón; decrece su popularidad en un 42%: encuesta
Foto: presidencia.
- La pandemia, que supera en magnitud a las crisis que han tenido otros presidentes mexicanos, no ha movido “un ápice” las prioridades y proyectos del presidente de la República.
FORBES / MÉXICO.-Las crisis sanitaria y económica generadas por la pandemia de Covid-19 ha sido uno de los “golpes” más fuertes a la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero esto no ha generado un cambio de estrategia o prioridades en el gobierno que prometió.
La pandemia, que supera en magnitud a las crisis que han tenido otros presidentes mexicanos, no ha movido “un ápice” las prioridades y proyectos del presidente de la República, apunta Felipe Gaytán, investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle.
“A diferencia de otros presidentes no da golpes de timón, porque él liga su popularidad al cumplimiento de sus principios y mandatos morales, cualquier otro político ya hubiera dado un bandazo, en política se le llama ética de responsabilidad, es decir, medir fuerzas y adecuarse a tiempo y circunstancias”, apunta.
De acuerdo con la encuesta del diario El Financiero, la aprobación del presidente López Obrador registró 56% en junio y 42% de desaprobación, lo que representa una disminución por segundo mes consecutivo: 4 puntos menos que en mayo y 12 puntos menos respecto de abril.
El estudio de opinión también destaca que a dos años de la elección presidencial, el 51% de los entrevistados considera que el presidente sí está cumpliendo, mientras que el 44% opina lo contrario.
Los 30.11 millones de votos con los que ganó las elecciones que se celebraron hace dos años, otorgaron a AMLO una legitimidad incuestionable y afianzó esa popularidad con las primeras acciones simbólicas de su gobierno, como cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco; evitar el uso del avión presidencial y la puesta en marcha del proyecto del Tren Maya.
El académico señala que pese al denso panorama que la crisis dibuja en la economía del país, AMLO no cambia su perspectiva de otorgar apoyos a los empresarios, sigue con proyectos como el Tren Maya o la refinería en Dos Bocas, Tabasco; y mantiene su perspectiva de atender la crisis de inseguridad con “abrazos y no balazos”.
“Esto se está llevando a una circunstancia extrema y lo que empieza a verse es una caída de su popularidad, pero sólo en ciertos segmento, no en su núcleo duro, sino en las clases medias donde hay pérdida del empleo, incertidumbre económica”.
El especialista señala que el núcleo duro de AMLO se ha visto beneficiado con los programas sociales y de apoyos que ha puesto en marcha el gobierno actual.
“Son programas que económicamente son viables como una forma para reactivar la economía pero que se han utilizado más como una especie de clientelismo político. No criticaría el tema de los subsidios sino de la forma en que se dan porque tienen una orientación clientelar más que una reactivación económica”.
“Los ‘núcleos duros’ que se informan y leen tampoco están dispuestos a conceder, simplemente para ellos el país va bien y lo que hacen es reproducir el discurso de ‘los fifís y conservadores’”.