Morenos… ¡A rendir cuentas!


El ladrillo de la soberbia política marea a tirios y troyanos.

No perdona ni al “mesías” que predica ser el más honesto.

En efecto, el poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos, reconoce el propio presidente López Obrador.

Eso ocurrió precisamente con numerosos funcionarios del gobierno del estado de Veracruz quienes deben rendir cuentas al pueblo sabio, antes de huir “locos de contento”.

Algunos llegaron al poder por recomendación de un junior poderoso, y de inmediato escondieron la cabeza como el avestruz.

Lejos de la sociedad y lejos de la sencillez.

Es tiempo de que suelten la “sopa” y que rindan cuentas.

Algunos tropezaron y cayeron en la arrogancia, la frivolidad y el morbo.

Hasta recurrieron a limpias con chamanes para dar la apariencia de ser impolutos hasta en el alma.

A varios se les relaciona con la corrupción, la impunidad y con grupos delincuenciales.

La cofradía de la mano caída persiste en el sexenio que AMLO califica como “diferente a los delincuentes de cuello blanco que le antecedieron, mediocres y ladrones”.

Recientemente un personaje procaz motejado como “Bola 8” renunció a su alta responsabilidad para aventurarse por la candidatura al gobierno estatal, en franca traición a quien lo apadrinó e impulsó.

Eric Cisneros (filósofo cuenqueño, adorador del Cristo Negro y autor de la frase: …“hijos de su reputa…”) no solo se mareó, sino que se imaginó que su cuerpo flotaba sobre la tierra manteniéndose en el aire sin apoyo natural.

Su aspecto negroide y deforme extendió sus alas de ave de rapiña para escapar de la mediana economía   y seguir –por la ruta trazada– en busca del sueño dorado.

Y, ahora, vocifera –resguardado por elementos de seguridad que dan miedo—que será el coordinador de la defensa de la 4T.

El tal “Bola 8” debe entender que el tema de la encuesta para definir al militante de Morena está resuelto. Sus apellidos son: Nalhe García.

SUCESIÓN

Rocío Nalhe deberá enfrentar—si no se presenta un movimiento telúrico de grandes consecuencias— a Pepe Yunes Zorrilla, que será quien encabece al Frente Amplio por Veracruz en el proceso electoral por la gubernatura de Veracruz.

El que sustituya al actual mandatario tendrá que solventar un proceso de tensiones exacerbadas perturbado por la corrupción, la impunidad y la inseguridad pública.

Y Ricardo Ahued –aunque niegue que ya no quiere queso sino salirse de la ratonera—será un factor decisivo, de equilibrio, confianza y eficiencia en este cambio de gobierno.

Su imagen pública es muy favorable. Sencillo, respetuoso, de intenso trabajo y, sobre todo, alejado de escándalos, concupiscencias y perversiones.

Ha procurado que su administración no sea de cuotas, ni de cuates, sino de gente comprometida a servir.

El también próspero empresario es pragmático en sus acciones, y no recurre a palomas mensajeras ni a halcones amenazantes para transitar por los intrincados escenarios políticos.

Rocío Nalhe lo necesita y los morenos lo entienden.

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