Meteoritos de México y Australia contienen granos más antiguos que el Sol
Inclusión ‘Curious Marie’, que es parte del meteorito AllendeThe Planetary Society.
- La información sacada contradice lo que se sabía acerca de los objetos interestelares de largo recorrido
RT / WASHINGTON.- Una revelación científica acerca aún más a dos meteoritos que impactaron en la Tierra en 1969 en dos continentes distintos: Murchison, en Australia, y Allende, en México. Una inclusión rica en calcio y aluminio en el bólido mexicano contiene los ‘granos presolares‘: esos mismos que estuvieron en el foco de interés mediático hace dos semanas.
El mayor telescopio solar toma las imágenes más detalladas de la superficie del Sol en la historia
En aquel entonces, se hizo público el resultado del trabajo de un equipo suizo-estadounidense con el Murchison, que relacionó un componente hallado con el polvo interestelar. Esta semana un comunicado de la Universidad Washington en San Luis informó que un equipo de científicos proporcionó pistas sobre las condiciones en el sistema solar naciente.
La física Olga Pravdívtseva y tres de sus colegas afirman que se trata de granos de carburo de silicio de origen ‘presolar’, que se incorporaron en la inclusión ensayada y sobrevivieron posteriormente el ‘procesamiento’ al que se sometió el cuerpo matriz. Para apreciarlo, los expertos solo tenían a su disposición unos 20 miligramos de la roca del meteorito, fragmentado al caerse, pero del que se recuperaron 2 toneladas.
La información sacada de este trocito del Allende contradice lo que se sabía acerca de los objetos interestelares de largo recorrido. «Lo sorprendente es el hecho de que los granos presolares estuvieran presentes aquí», estimó Pravdívtseva. A juzgar por la comprensión actual de la formación del sistema solar, estos granos «no podrían sobrevivir en el ambiente donde se forma esta clase de inclusiones».
Generalmente se piensa que los cuerpos sólidos formados antes del Sol serían demasiado frágiles para soportar las altas temperaturas que existían cerca del nacimiento de nuestra estrella. Por lo tanto, «el propio hecho de que el SiC (carburo de silicio) no haya sido destruido por completo en la ‘Curious Marie’ [nombre propio de la inclusión] puede ayudarnos a comprender algo mejor este entorno».
El descubrimiento también implica que los astrónomos reconsideren cuáles eran las condiciones probables en la nebulosa solar primitiva.
Olga Pravdívtseva, profesora asociada de la Universidad de Washington en San Luiswustl.edu