La CFE y los derechos humanos
La Grilla en Tabasco.
El programa Adiós a tu Deuda representa, sin duda, el logro más importante hasta la fecha de la actual administración estatal. Ha sido de mucha ayuda para más de 400 mil familias -algo así como el 80 por ciento de la población de Tabasco- en una situación de crisis económica sin precedentes, habida cuenta de que beneficia no solo a quienes por razones políticas estuvieron en resistencia civil.
Sin embargo, en su instrumentación hay aspectos muy relevantes que requieren urgente atención por parte de la Comisión Federal de Electricidad. La respuesta de los beneficiarios es muy buena y puede serlo más, pero existe tanto una especie de cuello de botella que impide mayor fluidez en la concreción del convenio, como también consideraciones que tienen que ver con los derechos humanos.
* Resulta hasta absurdo que al cabo de dos meses no se haya instrumentado algo que debió haberse contemplado por parte de la empresa desde el primer día, porque con anterioridad ya se hacía para la suscripción de convenios de regularización de pagos: un sistema de entrega de fichas a través del 071 o por internet.
* Es inconcebible que para obtener una de 200 fichas diarias, por referirnos solo a uno de los lugares en donde se suscribe la recontratación, el usuario se vea obligado incluso a hacer cola desde la medianoche anterior, a riesgo de no alcanzar una. Eso es inhumano y, evidentemente, anacrónico.
* Peor aún, ello ha impedido que personas de determinada edad o con algún padecimiento incapacitante puedan intentar, siquiera, acercarse para alcanzar los beneficios del acuerdo gestionado por Adán Augusto López Hernández, con la mera “colaboración” -en esos términos está firmado el convenio respectivo- de la CFE.
* Además, el actual esquema de trabajo aplicado por la empresa afecta a los usuarios que se ven obligados a acudir por otros motivos, como el de la facturación indebida. Le acaba de suceder a respetada dama a quien por cinco días de suministro de energía -rara facturación, por cierto- le llegó el requerimiento de cobro por más de cuatro mil pesos, derivado de un supuesto consumo de más de mil 200 kilowatts-hora.
Ello implicaba que consumió casi 250 kw diarios, como si se tratase de un hotel, por ejemplo. La usuaria -previamente había firmado convenio- se formó, en un segundo intento, a las tres de la madrugada. Así sí alcanzó ficha y a las 12 del día logró que la atendieran.
La persona que la atendió verificó que el consumo habitual de este servicio doméstico es de no más de 40 kw.
Pero en vez de corregir y resolver al momento el evidente error, la trabajadora de CFE indicó a la usuaria que su caso será revisado en la gerencia divisional de Oaxaca. Es decir: el asunto queda sujeto al criterio de alguien que dependiendo de su estado de ánimo y hasta de su actitud con respecto al programa Adiós a tu Deuda, decidirá qué procede.
Como se puede apreciar, hay mucho por hacer, de parte de CFE, no solo para darle mayor celeridad al programa y que haya eficiencia y buen servicio hacia la clientela, sino a fin de que se cumpla lo establecido por la Constitución General de la República y leyes reglamentarias en materia de derechos humanos. Y, en última instancia, también por sentido común.
El lineamiento de fomentar la cultura de pago pasa por una buena atención de parte de la monopólica empresa.
En concreto: urge que se instaure un sistema de fichas y que se prevea si el usuario es de la tercera edad o tiene limitaciones físicas, para al menos garantizarle techo y silla. ¿Es mucho pedir?
Mientras tanto, en los diecisiete municipios los usuarios en general continúan sufriendo por el abandono en que la CFE dejó a la infraestructura con la cual da el suministro energético. Esto data de muchas décadas: es muy anterior a los inicios de la resistencia civil. Hay transformadores y cableados con antigüedad superior a cincuenta años o más.
En estos días, el secretario de Desarrollo Energético, José Antonio De La Vega Asmitia, ha tenido reuniones con alcaldes y directivos de la empresa para revisar ese tema. Este jueves fue con Roberto Villalpando Arias, de Macuspana.
Twitter: @JOchoaVidal