El Plan México, un plan nazi
Desde a Janela
El gobierno del auto llamado segundo piso de la transformación que no fue ni tampoco será acaba de lanzar un plan de desarrollo económico para el sexenio que recién inicia.
A ese plan pomposamente le llamaron “Plan México” y consiste en una serie ideas que van a poner a soñar a mucha gente con un mejor futuro, ¿A poco no es enternecedora la idea de tener un cochecito o camionetita eléctricos sumamente baratos (no me cansaré de insistir en que económico no es sinónimo de barato, hay que llamar a las cosas por su nombre) para andar en el barrio?
Uf, ya me vi recorriendo el primer cuadro de mi ciudad en mi carrito de poco más de cien mil pesos y sin gastar un centavo en gasolina; bueno, la única duda que tengo es cómo vaya a venir el recibo de la energía eléctrica, pero si lo pienso bien, cuando venga ese problema, seguramente vendrá el “segundo piso del plan México” y la doctorcita o Andy en su momento se encargarán del asunto.
¿A poco no es emocionante?
Pero si eso no basta para emocionarse con un futuro placentero, les pongo el ejemplo del “segundo piso del TURISSSTE”, también pomposamente anunciado por Martí Batres, en el cual ofrecen viajes por Mexicana de Aviación (a la fecha sin aviones), por el Tren Maya (también sin trenes), con hospedaje en los hoteles Tren Maya y de pilón conocer alguna zona arqueológica o sitio turístico en el sureste del país o en la península de Yucatán, que hay que aclarar no son lo mismo.
Vacaciones de ensueño a un módico precio, el cual se debe a que todos los servicios son operados por el gobierno y el ejército.
Aclaro que lo de Batres no es novedoso, ya que por lo menos desde hace un par de años ya ofrecían el mismo paquete de viajes en los espectaculares de las estaciones del tren suburbano que une a la Ciudad de México con Tlalnepantla, Tultitlán y Cuautitlán.
Todos estos proyectos de ensueño se están dando gracias a que a la buena o a la mala, como en realidad sucedió el año pasado, un solo partido de “izquierda” se hizo de parte de una mayoría y se adueñó de la otra, a tal grado de que ignoran olímpicamente a otras fuerzas que artificialmente quedaron más débiles de lo que en realidad son, y con esa mayoría acabaron con cualquier instancia del Estado mexicano que fuera independiente del gobierno.
Esa es la receta que no falla para engatusar al electorado (al cual le llaman pueblo) para obtener un poder total, vivir de y en la corrupción absoluta para al final, destruir a todo un país.
Autos baratos para el “pueblo”, programas vacacionales de ensueño de bajo costo y a cargo del gobierno, apoyos indiscriminados pero sectorizados para la población, control absoluto del Estado por parte del gobierno, eliminación de disidencias y normalización del horror, fueron el inicio de la Alemania Nazi y es lo mismo que se empieza a ver en el México de estos días.
Y es que las izquierdas dogmáticamente marxistas y los fascismos son la misma gata, pero revolcada.
Pueden pensar que decir esto es una exageración y que, con todos sus defectos, el segundo piso de la transformación que no fue ni tampoco será, no es genocida como los nazis lo fueron.
Y en efecto, no normalizan el horror del genocidio como lo hicieron los nazis; porque, desde luego que es una farsa el invento que surgió en la posguerra de que “el pueblo bueno alemán” no sabía de los horrores de la violencia genocida practicada por su gobierno, ¡Claro que lo sabían, porque a la escala que lo practicaron era simplemente inocultable!, lo que sucedió es que estuvieran o no de acuerdo con ello, lo fueron viendo como algo normal.
Y en México no normaliza el gobierno el horror del genocidio, pero sí lo hace con el horror de la violencia generada por el crimen organizado o ¿A caso no es normalizar la violencia perpetrada por el crimen organizado el ver a un presidente saludando a la madre de un mafioso y luego departiendo amigablemente con los sicarios o tiempo después ver a ese mismo presidente indignado, porque sustrajeron del país a otro mafioso para llevarlo ante los tribunales?
Verdaderamente no hay diferencia alguna entre normalizar el horror de un genocidio con el de la violencia indiscriminada que generan los grupos terroristas que son las mafias mexicanas, porque eso es lo que son, terroristas.
Ya no hay que engañarse más, estamos cayendo en el marxismo-fascismo y eso termina muy mal.
¿Saben cuál fue la verdadera razón por la que Alemania fue a la guerra?
Porque su gobierno estaba hasta el tope de deudas y ya no podía sostener la infinidad de programas sociales que aplicaba para tener bajo control a su “pueblo”.
Claro, los tiempos y las circunstancias son diferente, México no va provocar una guerra mundial, pero sí puede terminar totalmente colapsado de seguir por la ruta en la que va.
Por último, si les queda alguna duda de lo que he comentado, les invito a que investiguen sobre el “Nationalsozialistiche Volkswohlfahrt” o Bienestar Social Nacional Socialista y se van a sorprender de lo idéntico que fueron los programas sociales de los nazis con los del gobierno de la transformación que no fue ni tampoco será; y como bien se pueden dar cuenta, la palabra “bienestar” era la piedra angular de todos esos apoyos.
¡Hasta tenían el equivalente a Jóvenes Construyendo el Futuro!
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Twitter: @FelipeFBasilio