El “apretón” de 2020
La Grilla en Tabasco.
Viene un 2020 de mayor “apretón” presupuestal para los tres niveles de gobierno y organismos autónomos, y preocupante situación para todos. El Presidente de la República ya adelantó el ajuste, luego de que 2019 ha sido de severa austeridad. La prioridad oficial es financiar los programas sociales.
Sin que se conozca aún el detalle, en Tabasco las 17 administraciones municipales y la estatal no deben esperar que se pueda disponer de recursos para hacer obras de alto impacto, como no sea las financiadas con Ramo 33 y algunos otros rubros. En términos reales, no habrá más dinero que en el año que termina.
Hasta donde se sabe, en la búsqueda de fuentes adicionales de ingresos, todavía no se descarta la reinstauración del impuesto estatal vehicular, aunque el secretario de Finanzas del Estado declaró el día del primer informe que no se contempla la creación de nuevos gravámenes.
La reacción popular ante el anuncio de que habrá renovación de placas con el correspondiente pago de las mismas, que significará pagar quizá unos 600 pesos adicionales al refrendo, puede verse como un termómetro del impacto que tendría la nueva implementación del impuesto en los estados, sugerido hace algunos meses por el ahora secretario de Hacienda, Arturo Herrera.
En aquella ocasión, el gobernador Adán Augusto López Hernández comentó que el tema sería analizado por él y sus homólogos; al menos, con los de los estados vecinos.
La recomendación de Herrera -descartada de inmediato por Andrés López Obrador en lo que se refiere al gobierno federal- surgió en momentos en que en las altas esferas gubernamentales aún se pensaba que México tendría este año un crecimiento económico superior a dos por ciento, y el Presidente insistía en que se podría llegar a cuatro.
Por lo pronto, la cuestión es que quienes llevan sobre sus hombros la responsabilidad de ejercer el mandato popular ya pueden saber a qué atenerse.
Se sobreentiende que de cara a tal panorama, recurrir al endeudamiento, como se planteó en los últimos meses de 2018, tampoco es opción viable, en virtud de que por el servicio de la deuda se ahorcarían aún más las finanzas públicas.
En lo que corresponde a la población en general, con los pies en la tierra debe verse que quizá la actividad de empresas relacionada con la construcción de la refinería genere, en alguna medida, derrama económica y el 2020 no sea un año tan raquítico como el que casi finaliza.
Tal vez si los indicadores económicos oficiales no nos situaran en el último lugar con decrecimiento y desocupación incesante, se pudiere tener una mejor percepción y relativo optimismo.
La derrama de prestaciones laborales de fin de año nos dará acaso un leve respiro, mas hay que tener muy claro -desde las instancias oficiales y entre los ciudadanos de a pie- que enseguida vendrá otra horrible cuesta de tres meses. Las participaciones federales ayudarán hacia abril o mayo.
¿Qué se puede hacer al respecto? No hay respuestas para esa pregunta que resulten ser congruentes con la realidad. Tampoco pretendemos ser ave de mal agüero. ¡Qué más quisiéramos, que todo mejore!
En su Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al Tercer Trimestre de 2019, del pasado día primero, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dice:
“Durante el tercer trimestre de 2019 la economía mundial continuó mostrando un menor ritmo de actividad económica y mayor sincronía en la desaceleración entre los países avanzados y las economías emergentes.
“Las tensiones comerciales contribuyeron en mayor medida a la desaceleración con el menor intercambio comercial, el aumento de la incertidumbre sobre las políticas comerciales, y un menor crecimiento de la inversión.
“Los sectores más afectados de las economías fueron aquellos con mayor exposición al comercio internacional como es el sector agrícola y el industrial, de este último destacan las manufacturas, en particular los medios de transporte y los productos electrónicos.
“En esta misma línea, la información macroeconómica correspondiente al cierre del segundo trimestre y los primeros meses del tercer trimestre de 2019 indica una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana (…)”
Twitter: @JOchoaVidal