Decapitan en Tezonapa al periodista Julio Valdivia; tercero en el régimen de Cuitláhuac García

Imagen Ilustrativa. Jose Luis Gonzalez / Reuters.

  • El cuerpo del reportero del Diario El Mundo, Julioi Valdivia Rodríguez, de 44 años, fue hallado la tarde der este miércoles sobre las vías del ferrocarril del municipio de Tezonapa, en la zona centro del Estado

RT / 12 HORAS /  CORDOBA, Ver.- Este miércoles fue decapitado el reportero Julio Valdivia Rodríguez, de 44 años,  de la Sección de Nota Roja del diario El Mundo de Córdoba, sumando 3 periodistas asesinados en el régimen morenista de Cuitláhuac García.

La violencia y barbarie no tiene límites en Veracruz, a pesar de la estrategia anticrimen.

Su cuerpo fue hallado por la tarde en las vías del ferrocarril en el municipio de Tezonapa, que divide con el estado de Oaxaca, según reportaron lugareños a la policía local, junto con su motocicleta.

El reportero cubría la región centro del Estado, que se ha caracterizado por los elevados índices de violencia, originada por el crimen organizado que se ha enraizado en esta región marginada desde hace 4 sexenios.       

No había mensaje alguno que pudiera dar indicio de sus presuntos verdugos. Con el asesinato y tortura del periodista Julio Valdivia, suman tres crímenes perpetrados en los albores del gobierno morenista de Cuitláhuac García, más 22 efectuados en los gobiernos de Javier Duarte (17)  y Miguel Ángel Yunes Linares (5).

Jorge Celestino Ruiz Vázquez.

La mayoría de los asesinatos de reporteros no han sido esclarecidos, otros lo han sido a medias, como el caso de Regina Martínez Pérez, corresponsal de Proceso, asesinada el 28 de abril de 2012.  

Jorge Celestino Ruiz Vázquez, corresponsal del diario local Gráfico de Xalapa, asesinado -no esclarecido- el 3 de agosto de 2019 en el municipio de Actopan; María Elena Ferral, directora del portal Quinto Poder y corresponsal de El Diario de Xalapa, fue asesinada el 30 de agosto de 2020 en el municipio de Papantla, donde radicaba.

María Elena Ferral. Foto: Facebook

El crimen artero de María Elena, quien con meses de anticipación había denunciado a su presunto verdugo intelectual, fue esclarecido a medias sin la captura del autor intelectual y cacique de Papantla, Basilio Picazzo, un trapecista de partidos políticos.

Y ahora, se suma el de Julio Valdivia, asesinado en algún lugar de Córdoba y arrojado a las vías del tren en el municipio de Tezonapa.                  

Foto: El Sol del Centro

Su cobarde crimen mereció la condena unánime de los directivos del periódico para el que trabajaba, de ONG’s, de iglesias y del gremio periodístico local y del Estado, demandando del gobierno estatal morenista, el inmediato esclarecimiento y castigo a sus autores materiales e intelectuales.              

La agencia de noticias Quadratín reportó que pobladores de Tezonapa hallaron el cuerpo decapitado de Valdivia y dieron aviso a la Policía local. Personal de la Fiscalía Regional de Justicia acudió al sitio y ordenó el traslado del cadáver al Servicio Médico Forense. 

Valdivia Rodríguez era reportero de nota roja del Diario El Mundo, establecido en la ciudad de Córdoba. En sus redes sociales, el citado medio lamentó la «insuperable pérdida» de su colaborador y expresó sus condolencias a la familia del periodista asesinado. 

Por su parte, la organización Reporteros Sin Fronteras pidió a las autoridades «una investigación ejemplar para identificar los responsables» del asesinato de Valdivia Rodríguez. 

En lo que va de 2020, se reportan al menos cinco asesinatos de periodistas en México, incluyendo el caso de Valdivia Rodríguez.  

En tanto, la oficialista Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) condenó el artero crimen del periodista de la Sección de Nota Roja del diario El Mundo de Córdoba, Julio Valdivia, y ofreció dar seguimiento a las indagatorias hasta que se esclarezca el homicidio.

En el comunicado de prensa número 20, la organización reconoció que el reportero asesinado  no tenía medidas de protección de seguridad, porque al momento de la agresión no había reportado algún intento de amenaza o agresión que considerara en riesgo su vida.

Por ello, exigió a la fiscalía general del Estado investigar a profundidad las líneas de su actividad periodística y sin criminalizar su labor para esclarecer este lamentable hecho  que permita identificar a los autores materiales e intelectuales.     

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