Corrupción en Veracruz ¿Qué de Odebrech y otros?
A 179 días del fin, la realidad identifica y señala a los responsables hoy, no a los de la distracción y el entretenimiento de “las cajas chinas”. Historia conocida y padecida, desaparecen miles de millones de pesos.
Irresponsable ignorar o minimizar información oficial preocupante, difundida por INEGI, en marzo de 2018:
En Veracruz, el 95% de la población de 18 años y más, percibe que en 2017 los actos de corrupción son muy frecuentes o frecuentes; para el país, la percepción fue de 91% de la población referida.
La misma fuente, destaca que el 75% de veracruzanos encuestados declaró que inseguridad y delincuencia es el problema más importante, seguido de corrupción (58%), desempleo (53%), pobreza (35%), y mal desempeño del gobierno (30.9%).
Continua más de lo mismo, y peor. Imposible ocultar corrupción e inseguridad, recesión económica, desempleo y pobreza. Para colmo administración y finanzas cuestionadas, con deuda pública en aumento y la continuidad de la impunidad. Inocultable y redituable Justicia a modo, para intocables y reciclables.
La enfermedad se complica y crece, afectando al remedio. Para la sabiduría de los veracruzanos, la ineficiencia y delincuencia abundan y caracterizan a los gobiernos.
En este contexto, continúa llamando poderosamente la atención pública, que persistan y hasta se fortalezcan, acusados y señalados nacional y mundialmente, como destacados ejemplos de corrupción. Grave problema, que no se atiende como debería; y que, en general, ante denuncias, ni siquiera se llega, a una seria y formal investigación oficial.
Entre otros, sobresale el caso de Odebrech en Veracruz, en el que los viejos y nuevos implicados y sus cómplices gozan de protección y apoyo. Por lo que con toda razón y derecho, se repiten preguntas y reclamos públicos; hoy, corrupción crece y se fortalece.
¿Cómo combatir y erradicar ineficiencia y delincuencia gubernamental, con efectividad, si se hace poco o nada al respecto? ¿Qué tan redituable y fructífera es para muchos políticos, apoyar o facilitar, presencia y actividades de señalados y sancionados en otros países?
Y lo más preocupante, ¿por qué se permite que éstos, con sus viejos y nuevos socios y cómplices en los gobiernos, extiendan sus operaciones para controlar y explotar recursos y servicios públicos, incluyendo algunos básicos o prioritarios, como el del agua potable para consumo humano.
¿A quienes beneficia la subsidiada y costosa privatización del agua, que ya padecen casi 800 mil habitantes, en los municipios de Veracruz, Boca del Rio y Medellín? ¿Se pretende privatizarla en más municipios?
Llama mucho la atención, que no se exija responsabilidades a los actuales encargados; ni un compromiso coherente, a los candidatos al gobierno del estado y a los diputados al Congreso local.
O qué. ¿Garantizar un derecho humano no es prioritario?
En el mundo, cuando menos en 12 países a operadores de Odebrech y a sus contactos, socios o cómplices, se les denuncia, procesa o castiga. Pero en México, a pesar de todas las denuncias no pasa nada; y eso que está de moda el discurso y la simulación de la anticorrupción.
Desde el principio, se sabe de los alcances de esta famosa empresa o presunto grupo delincuencial, y de su presencia y operación en el Estado de Veracruz.
LO IMPORTANTE PENDIENTE, SIN LA DEBIDA ATENCIÓN GUBERNAMENTAL.
Cuarto año consecutivo de elecciones, con cargo al presupuesto. Y como se esperaba, se prueba y comprueba, que en general, a quienes gobiernan importa más alcanzar y sostenerse en el poder, que atender las necesidades básicas sociales y resolver asuntos públicos prioritarios.
Lo primero es lo primero, favorecerse y beneficiarse en lo personal, familiar o de grupo.
De ahí que corrupción e inseguridad sigan en aumento; al igual que pobreza, hambre y marginación. Muchas de las necesidades básicas sociales no se atienden; ni importantes conflictos y problemas públicos, se resuelven. Privatizar y concesionar, grandes saqueos y negocios.
Por eso se exige y reclama, que los servidores públicos, en verdad cumplan con la transparencia y rendición de cuentas; simplemente, porque se tiene todo el derecho, de que se informe permanente y puntualmente, para saber que se hizo y que no, para determinar avances y pendientes, aciertos y errores.
El privilegio o distinción de gobernar es, antes, durante y después de todo, la ineludible obligación de servir a la ciudadanía y a la sociedad.
Más y mejor participación, es vital para la democracia, que no puede reducirse solo a la acción de votar, pues participar no termina cuando concluye un proceso electoral.
Imprescindible gobernar al gobierno, para evitar pérdidas y retrocesos, limitaciones y sacrificios; para combatir y erradicar autoritarismo y nepotismo, voluntarismo y arbitrariedades.
Gobernar para que los ciudadanos ejerzan sus libertades, hagan valer sus derechos y cumplan sus obligaciones; para que asuman su condición de protagonistas de su propio desarrollo y bienestar.
Gobernar bien significa hacerlo de manera democrática, atendiendo con eficacia y puntualidad, con evaluación y previsión, las demandas y exigencias de la sociedad, actora principal y protagonista central del desarrollo y, en última instancia, la razón primigenia de todo gobierno.
Fundamental disponer de información actualizada y confiable, accesible y disponible de las actividades gubernamentales.
Ante opacidad e indiferencia persistentes. Obligado insistir, repetir y preguntar. ¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado por el gobierno actual? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Es obligatorio sostener a funcionarios ineptos o mediocres con ofensivos supe sueldos y beneficios especiales?
Urge atender a la vez, lo importante y lo urgente.
La corrupción existe y avanza, por no exigir puntual y permanentemente responsabilidades, por simular y dejar pasar culpabilidades.
Imprescindible evaluar a los que están y se van, No solo a los que se fueron y no regresarán. A todos los que gobiernan sin excepción.
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH