Con “odio patológico hacia los extranjeros” tirador acaba en un hospital psiquiátrico en Francia
La Policía asegura la calle después de varios disparos en la Rue D’Enghien en el distrito 10, en París, Francia, el 23 de diciembre de 2022. Urman Lionel / Abaca / Sipa USA / Legion-Media
- Narró que su único arrepentimiento era no haber podido acabar con su vida, ya que siempre pensó que si alguna vez lo hacía, se «llevaría a los enemigos a la tumba». Por «enemigos» se refería a «todos los extranjeros no europeos».
12HORAS / FRANCIA.-El presunto responsable del tiroteo de este viernes en un centro cultural kurdo en París (Francia) admitió que sentía un «odio patológico a los extranjeros» y que había planeado originalmente «asesinar a los inmigrantes» en el suburbio de Saint-Denis, informó este domingo la Fiscalía parisina en un comunicado citado por medios locales.
«Fue a Saint-Denis de madrugada armado con una pistola y munición para asesinar a extranjeros», dijo la Fiscalía después de interrogar al atacante de 69 años. Supuestamente, al llegar lugar cambió de opinión porque «había muy poca gente y su vestimenta le impedía recargar rápidamente su arma», detalló. Este hecho fue confirmado por un billete de transporte público a Saint-Denis para las 06:50, así como las imágenes de videovigilancia.
Enfrentamientos entre policías y manifestantes kurdos tras el tiroteo mortal en París (VIDEOS)
Más tarde, al volver a casa, se dirigió a la Rue d’Enghien en el en el distrito 10, donde sabía de la existencia de un centro cultural kurdo, y abrió fuego. Según sus declaraciones, no conocía a ninguno de los hombres que se encontraban en el centro y desconocía el número exacto de víctimas.
El atacante, cuya custodia policial acabó el sábado antes de ser trasladado a un hospital psiquiátrico, aseguró también que «siempre había querido asesinar a migrantes extranjeros«, después de que un robo en su casa en 2016 desatara un «odio a los extranjeros que se ha vuelto completamente patológico».
Además, se describió a sí mismo como «depresivo» y «suicida», y confesó que su único arrepentimiento era no haber podido acabar con su vida, ya que siempre pensó que si alguna vez lo hacía, se «llevaría a los enemigos a la tumba». Por «enemigos» se refería a «todos los extranjeros no europeos».
Hace un año, fue objeto de otra investigación por violencia racista: lo arrestaron por atacar con una espada un campamento de migrantes en el distrito 12, según supo BFMTV. De hecho, se encontraba retenido y fue puesto en libertad recién el 12 de diciembre, pasando a disposición judicial.
RT
Compartir: