Cierra el portal Monitor de Michoacán. En el velatorio de Linares sicarios amenazan a reporteros
Familiares del periodista mexicano Armando Linares en su funeral en Zitacuaro, Estado de Michoacán, México el 16 de marzo de 2022. Enrique Castro / AFP
- Armando Linares es el octavo periodista asesinado en el país en lo que va de año, 43 días después del crimen de Roberto Toledo, otro reportero de su equipo.
RT / MICHOACÁN.-El pequeño medio local Monitor de Michoacán ha anunciado su cierre después del asesinato el pasado 15 de marzo de su director y fundador, Armando Linares, el octavo periodista ejecutado en México en lo que va de 2022, una cifra que supera a la de todo 2021.
Además, se trata de la segunda pérdida mortal que ha experimentado este pequeño medio de una ciudad de apenas 150.000 habitantes, después de que el 30 de enero asesinaran al periodista Roberto Toledo.
Cuando apenas habían pasado 24 horas del homicidio de Linares, un grupo de individuos armados irrumpió en el velorio profiriendo amenazas a los reporteros que estaban cubriendo el evento y obligándoles a marcharse de la funeraria.
Así lo atestigua el periodista de Milenio Edgar Ledesma, que asegura que se encontraba cubriendo el velorio de su colega, «cuando un sujeto con pistola en mano nos amenazó con que nos fuéramos o ‘íbamos a valer verga'».
Las amenazas se produjeron a pesar de que la Fiscalía del estado de Michoacán había establecido un dispositivo de seguridad para proteger a la familia del periodista asesinado.
En este contexto de inseguridad para los trabajadores de los medios de comunicación, el Monitor Michoacán ha anunciado su cierre a través de un comunicado recogido por los medios locales.
«A nuestra audiencia quien es la mas importante, pues fueron ustedes quienes nos dieron la confianza para mantenerlos informados, les hacemos de su conocimiento que daremos por concluidas las labores periodísticas realizadas a través del Portal Digital Monitor Michoacán», dice el texto, que añade que «ha quedado claro que nuestra labor incomodó a muchos en el poder» y que seguirán exigiendo justicia por las muertes de Roberto Toledo y Armando Linares.
Impunidad
En ninguno de los dos homicidios han sido detenidos los autores materiales o intelectuales de los crímenes. Una pauta que se repite en la mayoría de este tipo de agresiones.
Según denunció el titular de la Unidad de Derechos Humanos y responsable del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de la Gobernación de México, Enrique Irazoque Palazuelos, desde diciembre de 2018 hasta el 26 de enero de este 2022 se habían contabilizado 52 asesinatos contra periodistas. Con Toledo y Linares suman ya 54.
Dos trabajadores del medio que ahora anuncia su cierre se habían acogido al mecanismo de protección de periodistas y defensores de derechos humanos, en vigor en México desde 2012. Linares se había negado a hacerlo, puesto que ello supone en la mayoría de las ocasiones abandonar la residencia y el trabajo y un alto coste para la familia.
A este mecanismo actualmente están acogidas 1.508 personas, de las que 495 son periodistas (155 mujeres y 360 hombres). La mayoría de ellos provienen de Ciudad de México, Guerrero, Puebla, Sonora, Tamaulipas, Quintana Roo y Veracruz.
Al igual que en el caso de los defensores de derechos humanos, la impunidad de las agresiones contra periodistas es superior al 90 %. Además, el 57 % de las agresiones se concentra en Estado de México, Guerrero, Michoacán, Sonora, Oaxaca y Veracruz.
Solo siete de los 52 periodistas asesinados reportados por Irazoque estaban acogidos al mecanismo de protección.

El Parlamento Europeo pide que México garantice la protección de periodistas y el Gobierno de López Obrador responde: “Ya no somos colonia de nadie”
Entre el 40 y el 45 % de las agresiones que reciben los profesionales de la comunicación provienen de autoridades locales y municipales, informó el funcionario. Según la ONG Artículo 19, en 2020 el 69,2 % de los ataques contra la prensa fueron perpetrados por agentes del Estado, lo que «explica por qué la impunidad en los crímenes contra la libertad de expresión se mantiene a una tasa de 99 %», recoge su informe.
Las amenazas se han cumplido
En el caso de Monitor Michoacán, su equipo había denunciado en varias ocasiones amenazas ante la Secretaría de Gobernación. El subdirector y otros reporteros se acogieron al mecanismo de protección, Linares no lo hizo y sus últimos temas comenzaron a girar sobre la mariposa monarca.
Tras el asesinato de Toledo, Linares contó que su equipo había estado sufriendo una serie de amenazas de muerte, que finalmente habían sido cumplidas: «Exhibir corrupciones de gobiernos, funcionarios y políticos corruptos el día de hoy nos llevó a la muerte de uno de nuestros compañeros», dijo. Y aseveró: «Nosotros no estamos armados, no traemos armas, nuestra única defensa es una pluma, un lapicero, una libreta«.
El Gobierno de López Obrador cuestionado
En este contexto en el que México es considerado el país más peligroso del mundo para los periodistas fuera de zonas de guerra, su presidente, Andrés Manuel López Obrador, se encuentra en el punto de mira.
El pasado 10 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó una resolución de urgencia que pedía a las autoridades mexicanas que se garantice la protección de los periodistas y los defensores de los derechos humanos. El Europarlamento no emitía una resolución de este tipo dirigida a México desde 2014, con motivo de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Igualmente, hace poco más de un mes el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Pedro Vaca Villarreal, exhortaba en una entrevista en Proceso a López Obrador a reconocer la crisis de violencia que atraviesa el periodismo en México y a suspender el ‘Quién es quién de las mentiras’, espacio que durante las conferencias matutinas de los miércoles del presidente se dedica a señalar a periodistas.
Este miércoles, un día después del asesinato de Linares, varias decenas de periodistas y comunicadores iniciaron una marcha en Morelia, la capital del Estado, hacia el Palacio de Gobierno de Michoacán al grito de «periodismo libre». Algunos llegaron a irrumpir en la institución exigiendo justicia para sus compañeros de profesión. Sin embargo, no hubo quórum en la cámara para dejar hablar a los comunicadores.
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