Mass Media

En la mayor parte de los casos han sido ejecutadas a tiros. A algunas las decapitaron. A otras las torturaron hasta matarlas. Eran 14 mujeres que tenían entre 20 y 68 años y a las cuales ejercer su oficio como periodistas en México les costó la vida. Varias de ellas sufrieron amenazas antes de ser asesinadas, pero el Estado las dejó solas. También a sus hijos, que quedaron huérfanos. Una vez muertas, sin investigación de por medio, hasta hubo funcionarios que las quisieron culpar de su tragedia. Que si eran «crímenes pasionales». Que si tenían vínculos con el crimen organizado. Aunque algunas trabajaban para medios nacionales, todas las víctimas reporteaban en el interior del país, en donde las condiciones son más precarias y peligrosas que en la Ciudad de México. La impunidad sigue cubriendo los casos porque, a pesar de que ha habido condenas excepcionales, no se termina de descubrir y juzgar a los autores intelectuales. De acuerdo con la organización Artículo 19, desde el año 2000 hasta marzo de 2022, en México habían sido asesinados 153 comunicadores. De ellos, 12 son mujeres. Pero a la lista se agregaron la semana pasada las periodistas veracruzanas Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera. Son las más recientes, pero difícilmente van a ser las últimas.

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) condenó este miércoles el asesinato de las profesionales mexicanas de la información Yesenia Mollinedo y Sheila Johana García en de Veracruz, el lunes pasado, cuatro días después del asesinato de Luis Enrique Ramírez Ramos. De esta forma, la FAPE se une a la repulsa de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece, y al Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa de México. Estas organizaciones exigen justicia y medidas efectivas para modificar la situación que padecen periodistas, activistas y defensores de los derechos humanos. En México se han cometido once asesinatos de comunicadores este año, según la Sociedad Interamericana de Prensa, que lamentó el martes la “indignante matanza” de periodistas.