Presidente… A SU RANCHO
Su mundo sublime es la política. Él es un estratega popular que defiende –a brazo partido– a su movimiento político como un mago de la comunicación. Nos referimos al Presidente López Obrador, quien está derrengado de tantas mañaneras y enfrentamientos cotidianos con sus opositores. Para él gobernar no tiene mucha ciencia “porque si hablamos en términos cuantitativos lo que se requiere es un 90 por ciento de honestidad y 10 por ciento de experiencia”. Los desvelos, peroratas, corajes, giras de trabajo, sus hijos y, sobre todo su salud, harán que se retire de los escenarios políticos. Le urge un descanso definitivo que podría disfrutarlo –como él lo ha expresado—en su rancho allá en Palenque, Chiapas o en Inglaterra al lado de su hijo menor. De naturaleza bravucón siempre está luchando en campañas proselitistas para difundir sus ideales y ocurrencias. Y así seguirá hasta el último día de su mandato enarbolando un poderoso liderazgo popular.
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