Asteroides podrían haber dotado de agua a la Tierra, según teoría científica
Científicos revelan otra teoría sobre formación de océanos | Imagen ilustrativa/ Pixabay.
- Investigadores señalan que el agua no procede únicamente de los asteroides, sino también de la nebulosa de formación del Sol
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EL DEBATE / ARIZONA, EU.-Uno de los grandes misterios de la Tierra que sigue siendo investigado por científicos es el origen de la formación de los océanos, lagos y ríos que dan vida al planeta.
La teoría mayormente aceptada y conocida es que los océanos se formaron gracias a que los elementos que los conforman (hidrógeno y oxígeno), llegaron del espacio en asteroides y cometas, sin embargo, pudo haber existido otra fuente más antigua que el planeta, que daría origen a los océanos y que habría pasado inadvertida.
De acuerdo a un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, Estados Unidos, esta podría tratarse ser la nebulosa de formación del Sol.
«Los cometas contienen mucho hielo y, en teoría, podrían haber proporcionado algo de agua», señaló el astrofísico del equipo, Steven Desch.
Agregó que los asteroides también son una fuente de agua, no tan rica, pero sí abundante.
El investigador añadió que existe otra manera en que pudo formarse el agua en los orígenes del Sistema Solar, y esto es «debido a que el agua es hidrógeno más oxígeno, y el oxígeno es abundante. Cualquier fuente de hidrógeno podría haber servido como origen del agua de la Tierra«.
En un artículo publicado por la revista Journal of Geophysical Research, el autor principal Jun Wu, explica que «a la nebulosa solar se le ha prestado la menor atención entre las teorías existentes, aunque era el reservorio predominante de hidrógeno en nuestro sistema solar primitivo».
En los principios del Sistema Solar, el hidrógeno era el principal elemento de la nebulosa solar; los gases y polvo formaron el Sol y los planetas. Entonces, si el abundante hidrógeno en la nebulosa se combinaba con el material rocoso de la Tierra a medida que esta se formaba, este podría ser el último origen de los océanos.
Esta teoría también tiene implicaciones para los planetas habitables más allá del Sistema Solar, por lo que científicos concluyen que «la formación de agua es probablemente inevitable en planetas rocosos suficientemente grandes en sistemas extrasolares».