“Año de Hidalgo” en Sesver: destruir la evidencia de la corrupción
Foto: Milenio
Rúbrica
En el cierre del desastroso sexenio de Cuitláhuac García Jiménez, una de las cloacas de corrupción más pestilentes de la administración estatal se encuentra en los Servicios de Salud de Veracruz (Sesver).
Prácticamente desde el inicio del gobierno de García Jiménez, se registraron irregularidades y diversos actos que sin mucho apuro califican como corrupción pura y dura, como las consabidas compras sin licitación, el pago a sobreprecio de equipo y medicamentos y la entrega de contratos a empresas de los mismos funcionarios de la dependencia, vía prestanombres.
Todos los titulares que ha tenido Sesver en este sexenio han estado al tanto de todas estas trapacerías y por lo menos las consintieron, cuando no se vieron muy seguramente beneficiados por las mismas.
Cabe pensar lo anterior cuando los responsables de todas las operaciones fraudulentas que fueron denunciadas durante los últimos seis años, como el director administrativo Eduardo Sisniega, siguieron tan campantes en sus cargos. Incluso luego de situaciones de verdadero escándalo, como el hallazgo de los lotes de vacunas para covid-19 que se dejaron caducar, o el hackeo de todos los sistemas cibernéticos de la Secretaría, en donde se perdió absolutamente toda la información ahí contenida. Lo cual no fue necesariamente algo que vino del exterior.
En los últimos meses han arreciado las irregularidades. Desde finales de octubre, personal administrativo y de confianza es obligado a adquirir boletos para realizar “donativos” al Centro de Ayuda a Enfermos de Cáncer. Donativos que son forzosos, como queda claro en los oficios enviados por el subdirector de Recursos Materiales, Facundo Valdivia Cadena.
Ese mismo funcionario está inmiscuido en una nueva irregularidad que incluso podría representarle una responsabilidad penal: la destrucción de documentos de Sesver, a menos de dos semanas de que concluya el sexenio.
Algunas fuentes hicieron llegar a quien esto escribe imágenes de una serie de documentos de los Servicios de Salud de Veracruz que fueron mandados a destruir por Recursos Materiales, con una instrucción precisa y directa de parte de Facundo Valdivia Cadena: que los quemaran.
Varios de los documentos en cuestión, apilados en el suelo de la dependencia, así se aprecian: quemados, aunque al parecer ya ni para los cerillos tienen, pues no ardieron por completo. Otros solo están rotos, y en varios se alcanza a leer una parte de su contenido.
Por ejemplo, hay oficios del Órgano Interno de Control sobre la baja de medicamentos; otro, con el número SESVER/DA/SRM/2024 es un reporte de falla de dos equipos, entre estos un esterilizador de vapor autogenerado. Eso, entre lo que se alcanza a observar y entender en los papeles semidestruidos y arrojados a la basura, algunos fechados tan recientemente como el pasado 15 de noviembre, lo que hace crecer más las suspicacias sobre el motivo para intentar desaparecer documentación oficial en pleno proceso de entrega-recepción de la administración estatal.
Corre la especulación dentro de los Servicios de Salud de Veracruz de que Facundo Valdivia Cadena pretende tomar la posición que seguramente dejará Eduardo Sisniega en la Dirección de Administración, y por eso la urgencia de desaparecer alguna evidencia que lo comprometa, pues también se alcanza a apreciar que algunos de los oficios fueron enviados por él mismo.
La podredumbre sigue brotando de la administración de Cuitláhuac García, quien mientras tanto sigue pujando porque le toque algo en el gobierno de Claudia Sheinbaum.
En una de ésas, no vaya siendo que lo que le toque sea una celda, ahí junto a uno de sus más dilectos antecesores.
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