Américo Zúñiga… HERENCIA DE SANGRE
Américo Zúñiga Martínez, nació con una inteligencia sublime, de sangre.
Por tanto, tiene la virtud de expresarse con fluidez y propiedad para conectarse con la conciencia de quién o quiénes lo escuchan.
Por eso, cada vez que lo convocan a dirigirse a un público conocedor y exigente, Américo no solo desarrolla con destreza y argumentos sólidos el mensaje, sino que deja huella y convence hasta aquellos que enarbolan banderas distintas a sus ideales.
Es un servidor público bragado, con una cultura política firme e innegable. Además, es sensato, leal y disciplinado.
Sus contrincantes en la búsqueda de una diputación federal –que conocen su capacidad como orador y estudioso de la problemática de la región–, se negaron a debatir con el expresidente municipal de Xalapa y exsecretario de Trabajo y Previsión Social.
Es preciso señalar que la oratoria es un arte y al mismo tiempo un instrumento para alcanzar prestigio y poder político.
Américo participa como candidato de la coalición Fuerza y Corazón por Veracruz, Distrito X, para lograr una curul en San Lázaro.
Sus propuestas son de trabajo y beneficio para los xalapeños.
Su principal objetivo es el abastecimiento de agua. Por ello, sostiene que “es necesario contar con una nueva fuente de suministro, por ser éste, uno de los principales flagelos enraizados que afectan a las familias”.
Su padre, el generoso maestro Guillermo, fue uno de los oradores más relevantes de este país que dejó huella perenne en la cultura y en la política.
De ahí el legado de inteligencia sublime y de sangre para su hijo, el político.
PECADO SOCIAL
El presidente López Obrador recomienda a candidatos de elección popular no ser presumidos ni fantoches.
Y expresa también que “la ostentación y la opulencia son un pecado social, habiendo tanta pobreza”.
Imagínense, suelta AMLO, a alguien que presume un yate, (o) una mansión; si es empresario puede hacerlo, pero un servidor público… ¿cómo?
Por cierto, este proceso electoral podría convertirse en el más violento de la historia.
Esa violencia se debe a la presencia de grupos delincuenciales, a divisiones políticas y partidistas; y eso, precisamente, provoca que participar en escenarios electorales, sea cada día de mayor peligrosidad.
Durante los últimos días se han incrementado los ataques en contra de candidatos de diferentes ideologías, en plenas campañas en busca del voto popular. Son ya 25 los ejecutados.
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