Agobiados
La Grilla en Tabasco.
Derrumbe financiero global que conlleva probable cancelación de expectativas de alivio económico, inminente declaratoria de pandemia, todo Italia en cuarentena, pánico en España, México a la espera de mucho mayor impacto del Covid-19; pero, mientras tanto, hay problemas locales por resolver. Y uno de ellos es el de la saturación de nuestro sector salud, el saqueo y quebranto que aquí se le heredó al ISSET, y la urgencia además en el miserable sistema de pensiones.
Con respecto a esto último, se informó que en Comalcalco iniciaron trabajos para rellenar el terreno sobre el cual se edificará un nuevo Centro Regional ISSET, cuyo director general, Fernando Mayans Canabal, supervisó el proyecto que beneficia a los derechohabientes de ese municipio, al igual que a los de Paraíso, Cunduacán, Jalpa y parte de Cárdenas.
El pasado viernes, el ex senador participó en Ciudad de México en un coloquio organizado por la Cámara de Diputados, intitulado “Hacia una Reforma del Sistema de Pensiones”.
Planteó que un debate responsable sobre ese tema, demanda partir de la evaluación de la reforma de pensiones de todo el marco neoliberal, a la luz de sus promesas y evidencias. Es necesario, observó, hacer este corte de caja para construir, innovando, la seguridad social a la altura de la 4T y de las demandas de las nuevas generaciones y de quienes ya pasaron o están por pasar al retiro laboral.
Señaló que “la reforma de pensiones de los últimos 26 años fue dirigida por un reducido grupo de tecnócratas instalado en el corazón de la Secretaría de Hacienda, formados en las corrientes del pensamiento económico de ‘menos Estado y más mercado’ (privatizaciones); pero también, fervientes promotores de ‘más Estado’ a la hora de pasar a la sociedad y a los presupuestos públicos los costos fiscales de sus fallidas reformas estructurales.
“Son economistas y políticos pragmáticos, ‘menos Estado o más Estado’, según convenga a los grandes intereses económicos y financieros. Los actuarios convocados tampoco han estado a la altura de sus pares que contribuyeron a poner las bases del seguro social mexicano del siglo XX.
“Su visión y práctica se ha reducido a aquella donde los trabajadores, jubilados, pensionados y familiares, no son más que números, los números ecuaciones, las ecuaciones cálculos, los cálculos resultados, los resultados invariablemente deficitarios, y las conclusiones-recomendaciones circulares: mantener las condiciones de la generación que cumple requisitos; cambiar las de la generación activa que no los cumple aplanando a la baja sus beneficios, o incrementando requisitos, o una combinación ambos, y cargar a las nuevas generaciones los mayores costos al dejar empeñado su futuro pensionario en el ahorro de cuentas individuales y, en el mejor de los casos, en un régimen mixto, mal diseñado en la mayoría de experiencias estatales”.
Nos resulta difícil resumir en este espacio la extensa y detallada exposición de Fernando Mayans, quien cuestiona los fracasos en esta materia y la corrupción en que derivaron las reformas de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Felipe Calderón y Enrique Peña.
Denunció el gran negocio privado a costa de los asalariados: entre 1997 y 2019, las Afore obtuvieron ingresos reales por comisiones superiores a los 400 mil millones de pesos.
Citó a Gustavo Leal, uno de los participantes en la más reciente Semana de Seguridad Social en Tabasco:
“En materia de seguridad social, uno de los grandes desafíos de la 4T, descansa en enderezar el entuerto de la reforma neoliberal de los pasados 36 años y recuperar el orden conceptual correcto. Este es el comienzo para innovar. Lo que implica ‘iniciar por el principio’: no hay sostenibilidad de la seguridad social sin el correspondiente crecimiento económico, el de la economía formal, los empleos y los salarios. La seguridad social expresa la situación económica: no la genera”.
Twitter: @JOchoaVidal