Gobernadores usan a migrantes para chantajear a Joe Biden para cerrar la frontera sur
Migrantes de Venezuela, el 11 de febrero de 2019. Foto: PanoramiC / Legion-Media
- El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, envió el miércoles por la noche dos aviones con migrantes, la mayoría venezolanos, a la isla Martha’s Vineyard.
12HORAS / MASSACHUSETTS, EU.-Las autoridades del estado de Massachusetts anunciaron este viernes que trasladarán a la Base Conjunta de Cape Cod a alrededor de 50 migrantes enviados el miércoles a la isla Martha’s Vineyard por el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
El plan también contempla activar hasta 125 miembros de la Guardia Nacional de Massachusetts como parte de este «esfuerzo de ayuda».
La Agencia de Manejo de Emergencias de Massachusetts (MEMA) está trabajando para garantizar el acceso a alimentos, refugio y servicios esenciales tanto para hombres, mujeres y niños.
La Oficina del gobernador de Massachusetts, el republicano Charlie Baker, explicó que las comunidades insulares no están equipadas para proporcionar alojamiento sostenible, y los funcionarios estatales desarrollaron un plan para brindar una respuesta humanitaria integral.
«Nuestra Administración ha estado trabajando en todo el gobierno estatal para desarrollar un plan para garantizar que estas personas tengan acceso a los servicios que necesitan en el futuro, y la Base Conjunta Cape Cod está bien equipada para atender estas necesidades», dijo el gobernador.
Además, aseguró que el traslado será voluntario y agradeció a las autoridades locales de Martha’s Vineyard que se movilizaron para recibir a los inmigrantes.
Biden «no mueve un dedo para asegurar la frontera»
Ron DeSantis envío el miércoles por la noche dos aviones con migrantes, la mayoría venezolanos, a la isla Martha’s Vineyard, indicando que Florida no es un estado santuario y «cada comunidad en el país debería compartir las cargas».
Además, criticó la política del actual presidente de EU, Joe Biden, por negarse «a mover un dedo para asegurar la frontera«.
La iniciativa de las autoridades republicanas desató un aluvión de críticas entre sus adversarios, que lo calificaron de «farsa política». La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, describió el procedimiento como «una forma cruel e inhumana de tratar a las personas que huyen del comunismo».
RT
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