Suenan los tambores de guerra

Desde a Janela

Trágicamente el 24 de febrero de 2021 dio inicio una guerra más en el continente europeo, una guerra evidentemente de agresión por parte de Rusia en contra de Ucrania.

Los fines de esa guerra todavía no los podemos vislumbrar debido a que es muy pronto para conocer las intenciones reales del Kremlin, la guerra puede ser de conquista y anexión o solamente de intervención para deponer al gobierno ucraniano actual y poner en su lugar a un gobierno títere de Moscú, tal y como lo ha hecho en casi todas las ex repúblicas soviéticas, en lo personal me inclino más por esa última posibilidad, aunque es muy pronto para saberlo.

En cuanto al desarrollo inicial de la contienda tampoco resulta fácil dilucidar cuál sea el resultado de la misma, ya que, aunque las probabilidades de victoria militar rusa rebasan el noventa por ciento debido al tamaño de su ejército y a la cantidad de armamento que disponen, el cual es mucho mayor indiscutiblemente por parte de los rusos pero que curiosamente tanto este como las tácticas operacionales de ambos ejércitos son exactamente iguales. Ucrania formó parte de la Unión Soviética y por esa razón, no solo conoce, sino que incluso fabrica las mismas armas que tienen los rusos y sus soldados tienen la misma formación militar.

Evidentemente el Estado agresor es Rusia y como tal debieron de haber estudiado con mucha anticipación todas las posibilidades de desenlace de un conflicto armado provocado por ellos, quizá desde que invadieron Crimea o incluso antes, lo cierto es que ni ellos mismos saben cómo van a terminar las cosas; ya que se dice con mucha razón que iniciar una guerra es como abrir una puerta y entrar en un cuarto oscuro sin saber lo que se vaya a encontrar ahí y puede ser que se impongan a los ucranianos rápidamente o quedarse estancados en una larga guerra de trincheras con muchas bajas de ambos lados o peor aún, terminar inmersos en una guerra de guerrillas que desgasten al ejército ruso de tal forma que lo obliguen a regresar a su país, como ya les ha sucedido en el pasado tanto a Rusia como a otras potencias invasoras.

Ahora bien, fuera del área del conflicto, las cosas se ponen aún más difíciles y quizá es ahí en donde surgen más variables a considerar y es que es un hecho que Estados Unidos de momento no va a intervenir en el conflicto y va a dejar a los ucranianos a su suerte y eso sí, van a imponer sanciones económicas y diplomáticas muy fuertes, advirtiendo que las cosas cambiarían si Rusia llega a atacar a un país miembro de la OTA, como lo son las Repúblicas Bálticas.

Más allá de esas medidas que dudo mucho que sean eficaces a corto plazo para detener al agresor, es claro que Biden quiere ser prudente y agotar otro tipo de medidas antes de ir a la guerra en un lugar lejano y frente a un enemigo que, si bien está venido a menos, no por ello deja de ser peligroso; sin embargo, lo que haga o deje de hacer la Casa Blanca, estará siendo observado por otro país totalitario tan o más peligroso que Rusia y que permanece al acecho para hacer lo mismo con Taiwán.

Pero quienes están más involucrados de lo que quisieran en este conflicto, son los países que integran la Unión Europea, ya que la guerra se está llevando a cabo en su mismo continente y ahora sí se está poniendo a prueba son tan fuertes y unidos como en las buenas dicen serlo o si, por el contrario, son incapaces de evitar que una nación europea sea destruida por otra; el antecedente que tenemos más cercano que es la extinta Yugoslavia los deja muy mal parados y a como se ven las cosas, parece que solo van a ser comparsas de papá Estados Unidos y van a bailar al son que este les toque; nada más que no hay que olvidar que el nivel de compromiso que tiene Estados unidos para con el pueblo ucraniano es mucho menor que el que tiene con ellos la Unión Europea.

Para concluir, en verdad es cierto el refrán que dice que no hay más ciego que aquel que no quiere ver, ya que es asombroso como mucha gente en América Latina puede defender al Estado agresor y justificar la invasión pregonando que los rusos actúan en defensa propia debido a que son víctimas del muy trillado “imperialismo yanqui”; cuando es Rusia la que está invadiendo a otro país y usando como argumentos para llevar a cabo su guerra de agresión, las típicas expresiones de un país imperialista, ninguneando el derecho a existir de sus vecinos o  reclamando territorios limítrofes con el argumento de que están poblados por mayorías de connacionales oprimidas.

Putin dijo que Ucrania era una ficción creada por Lenin y por ello no tenía razón histórica para su existencia y soberanía; la agresión en Crimea primero y luego en Donetsk y Lugansk, aduciendo que son lugares que tienen una población rusa importante que está siendo masacrada por las autoridades ucranias es exactamente igual a lo que Hitler decía acerca de los Sudetes y que terminó con la ocupación de toda Checoslovaquia, convirtiendo a Chequia en un protectorado y a Eslovaquia en una nación títere, de ahí siguió Polonia y lo que pasó en se entonces lo conocemos bien e igual puede pasar ahora, ya que las naciones Bálticas deben de ser también su objetivo a un mediano plazo, ya que el “Lebensraum” de Putin es recuperar todo lo que perteneció a la URSS.

Con la mayoría de las ex repúblicas soviéticas pudo, en el Cáucaso encontró una pequeña resistencia, Ucrania está ofreciendo más resistencia, pero está sola militarmente hablando; Estonia, Letonia y Lituania son miembros de la OTAN; por el bien del mundo, esperemos que ahora sea detenido, ya que, entre más avance las cosas se irán poniendo más difíciles, porque va consolidando más poder.

felfebas@gmail.com

Twitter: @FelipeFBasilio

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