Celebra papa Francisco que se ponga fin a la violencia en Libia tras la conferencia de paz
- «Espero sinceramente que esta cumbre, que es tan importante, sea el comienzo de un camino hacia el cese de la violencia y una solución negociada que conduzca a la paz y la estabilidad largamente deseada del país», ha afirmado el Pontífice
AGENCIAS/ CIUDAD DE EL VATICANO.- El Papa Francisco confía en que la conferencia de paz para Libia, que se celebra este domingo en Berlín, sea el inicio del cese de la violencia en el país.
«Espero sinceramente que esta cumbre, que es tan importante, sea el comienzo de un camino hacia el cese de la violencia y una solución negociada que conduzca a la paz y la estabilidad largamente deseada del país», ha afirmado el Pontífice.
Durante el tradicional rezo del Ángelus de este domingo, el Papa ha recordado la celebración de esta cumbre internacional en la que se discutirá la crisis en Libia, país sumido en una situación compleja desde hace nueve años.
Además de mencionar este asunto, Francisco ha recordado también que este año 2020 ha sido designado internacionalmente como el Año de la Enfermera y la Partera (matrona), por lo que ha elogiado la labor de ambas profesiones.
«Las enfermeras son los trabajadores de salud más numerosos y más cercanos a los enfermos, y las parteras son quizás las profesiones más nobles», ha comentado, por lo que ha pedido una oración por todos ellos, «para que puedan hacer su precioso trabajo en el mejor de los casos».
No más esclavos del mal
Previamente, el Santo Padre invitó a los fieles a contemplar a Cristo «con los ojos y más aún con el corazón; y dejémonos instruir por el Espíritu Santo, que dentro nos dice: ¡Es Él! Es el Hijo de Dios hecho cordero, inmolado por amor. Él, sólo Él ha traído, sufrido, expiado el pecado del mundo, y también mis pecados. Todos«, para que «finalmente fuéramos libres, no más esclavos del mal».
El Papa quiso concluir subrayando que mientras que en el resto de religiones es el hombre quien ofrece y sacrifica algo a Dios, en el caso de Jesús «es Dios quien ofrece a su Hijo para la salvación de la humanidad». Juan Bautista «manifiesta su asombro y su consentimiento a esta novedad impactante que trae Jesús, a través de una expresión significativa que repetimos cada vez en la Misa: «¡He aquí el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo!”».
Fuente: Alfa y Omega