El ladino Tomás Brito
La Grilla en Tabasco.
Es muy fácil abrir la boca y mover la lengua, apostándole al olvido: a que la gente ya no se acuerda de las traiciones, de las corruptelas, del enriquecimiento inexplicable y, peor aún, de la propia ineptitud… e ingratitud.
Desde el cielo o alguna dimensión del universo debe estar el extraordinario periodista chontal José Frías Cerino observando a Tomás Brito Lara, quien de humilde vendedor en tiendas Milano y “rey del sablazo”, llegó a ser presidente de Cárdenas de 2004 a 2006, para que al finalizar el trienio se diera a la fuga con todo y lía.
Sus colaboradores de esa época dicen que se robó el dinero que debió pagar a los servidores públicos en los últimos tres meses, así como recurso etiquetado para cubrir adeudos a proveedores del ayuntamiento, incluida la Comisión Federal de Electricidad.
A Frías le quedó a deber salarios. El nacajuquense murió de un infarto en enero de 2007, provocado entre otras causas por la fuerte presión originada por la falta de dinero para atender a su familia. Le había servido al ayuntamiento de Cárdenas como promotor cultural. Pero Pepe, a decir verdad, fue solo uno de las víctimas del nefasto y mentiroso individuo.
Por su parte, Tomás se fue a pasear por el mundo y durante muchos años no dio golpe, en virtud de que sus “ahorritos” alcanzaron para eso y más. Desde el Congreso del Estado se le brindó absoluta impunidad por instrucciones de Andrés Granier Melo, en remuneración porque en las elecciones de 2006 operó conforme a la línea dictada desde la Quinta Grijalva por Manuel Andrade Díaz.
Traicionó a Andrés Manuel López Obrador y al candidato a gobernador César Raúl Ojeda Zubieta.
Todo esto nos vino a la memoria luego de leer, en las recientes 48 horas, la propaganda pagada por Brito para adornarse con el cuento de que él resolvió el conflicto laboral del Congreso del Estado, que este lunes quedó finiquitado a satisfacción de los trabajadores; y también sus baños de “honestidad” al criticar al ex edil interino y al alcalde en funciones.
¡Se mordió la lengua! Y si a esas vamos, olvidó referirse también al ex presidente corrupto Avenamar Pérez, seguramente porque con éste último pudo hacer buenos negocios, luego de que en 2012 le cayó del cielo a la hamaca la diputación federal, gracias al efecto Obrador, con todo y la traición de seis años antes.
Previo “acuerdo” con Avenamar Pérez, obtuvo presupuesto federal para construir el Centro Cultural de Cárdenas, mediante las partidas que manejan los diputados federales y con las cuales se benefician vía moches y contratismo. Fueron cerca de 17 millones de pesos. La obra la hizo un primo suyo. Quedó como elefante blanco.
Tomás ya no volvió a ser el pseudoescritor que caminaba con un libro bajo el brazo y que en los viejos mítines de Obrador actuaba como un jilguero más. Hoy dice ser pobre, pero sus junior muestran en redes sociales sus paseos por el mundo a todo lujo.
Hoy, es uno de los dos ambiciosos que conspiran para quitar a Beatriz Milland de la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado. Como ya dijo el líder de MORENA que ese partido no postulará candidatos a reelección en alcaldías, ya se ve también de regreso a la presidencia de Cárdenas dentro de tres años.
Es un alacrán. Taimado. Corrupto. Le encanta el dinero fácil. Quiere más, mucho más. Si se lo permiten, va a hacerle mucho daño a MORENA, como en su momento se lo hizo al PRD.
Carece de formación política adecuada, al igual que de escrúpulos. Soñó con ser llamado intelectual. Es exitoso, sí, pero como ambicioso trepador. Cuidado con él.
Twitter: @JOchoaVidal